No sé cuándo comenzó mi pasión por los pies femeninos, las piernas, las medias y el nylon, supongo que en mi despertar sexual. La historia se desarrolla en mi casa, donde solíamos ver televisión después de cenar, en el salón. Mi padre ocupaba su sillón y mi madre y yo solíamos estar en el sofá. Mi madre casi siempre se acostaba de lado, con los pies hacia mí. Yo era el pequeño de varios hermanos y estos se habían casado muy jóvenes, además eran unos años mayores que yo por lo que ya no vivían en la casa. Mi madre tendría ya unos cincuenta y pico de años y mi padre algo mayor que ella. Bueno, en el invierno, cada noche mi madre se echaba a ver la televisión y solía ponerse encima una mantita o algo que le tapara las piernas. Yo me ponía a su lado y empecé a compartir con ella la manta, con lo que sus pies quedaban siempre contra mi muslo o en mi regazo. Aquellos pies eran mi adoración. Me encantaba su tacto, su olor, su tieba, su forma redondeada. Sobre todo cuando habían estado todo el
Un lugar para que los lectores cuenten experiencias, fantasías y/o relatos.