Salieris de Becker

Soy un hombre de cuerpo grueso un poco atlético, de buen pene y buenas piernas y trasero, de 39 años. Mi madre, morena de buen culo y buenas tetas, morena.  Hace algunos meses se cayó mi madre y debieron operarle un brazo y la otra mano. Me tocaba cuidarle y ayudarle con todo. El primer día ya fue extraño lavarle y ayudarle a bañarse y si iba al baño me tocaba limpiarle pues vivimos solos. Toda la tarde los dos estábamos tensos esperando el momento hasta que ella me llamo y me dijo aparentando normalidad "vamos a bañarme".  La acompañé al baño y aunque normalmente la veía sin ropa (lo cual disfrutaba, pero hasta ahí); pero ese día había algo mas; en unos minutos mis manos deberían frotar todo ese cuerpo. Ella se metió a la ducha luego que le quité la ropa y abrí la ducha. Me pidió que le enjabonara y sonriendo me dijo "no te aproveches"...nos reímos y comencé por la cara, los brazos, las piernas y al agacharme a lavar sus piernas quede cerca de su conchita y olía a

  3- Observar (relato en primera persona) Era sábado por la noche y acercaba la hora esperada la cual correspondía a las 12 de la noche o las 00 hs es decir el final de un día y el comienzo de otro, estaba  parado frente a nuestra habitación ya listo vestido con un jean negro y una camisa azul. Veía como ella se preparaba, ya maquillada con esa carita de princesa era imposible creer lo que iba a pasar, su piel tostada con esa cabellera larga y ondulada. Pero lo que la más observaba era ese hermoso ojete parado con los cachetes separados por una tanga de negra al igual que el sostén. Tenía sobre la cama 5 vestidos, no sabía cual escoger si el rosa con bolados, el azul largo de hasta los pies, el rojo cortito de cuero, el blanco de seda transparente o el negro con brillos. ¿Romina – cual me pongo amor? Yo – no sé el que vos quieras en el que te quede mas cómodo- dije con cierto nervio, se me acerca moviendo esas piernas torneadas hacia mi Romina- nico esto ya lo hablamos, Rodrigo y mar