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Mostrando las entradas de septiembre, 2022

Madre Fiestera

Era viernes en la noche, había una fiesta en casa, mi madre invitó a sus amigas y a algunos amigos a celebrar no se qué, bueno, la verdad, ella no necesitaba un motivo, siempre mi madre estaba de ánimo de fiestas, en esa oportunidad ella organizaba la fiesta en casa, para que la imaginen, es una mujer de 35 años que me tuvo a sus 18, siempre ha sido muy jovial, le encanta la música, bailar y practica yoga, por lo que tiene un cuerpo increíble y una vitalidad única, pero… como no todo es perfecto, tiene mala bebida… por lo que casi siempre me encargo de buscarla cuando se va de fiesta o cuando no la traen sus amigas, para que no se quedé por allí. Esa noche, la energía se sentía en el ambiente y pronto comenzaron a llegar los invitados, la mayoría ya las había visto, eran compañeras de trabajo. Cuando comenzaron a llegar, me fui a la piscina donde estaba la música, quería asegurarme de que nadie con malos gustos fuese a arruinar el ambiente. Mi madre y un par de amigas se encargaron de

En el tren

  Voy a contar algo que me pasó hace unos cuatro años. Como todos los primeros viernes de cada mes, al salir de la escuela fui a visitar a mi tía Margarita. Además de ser mi tía, hermana de mi papá, Margarita era mi madrina. Cuando era chica íbamos con mis padres de visita muy seguido a su casa. Era una fiesta. La tía Margarita me compraba ropa, juguetes, golosinas y me preparaba las comidas que a mi más me gustaban. Nunca comí otras milanesas con papas fritas como las suyas. Desde que comencé la secundaria empecé a ir sola en tren a su casa. La tía vivía en Moreno, más o menos una hora de viaje. Salía de la escuela a la tarde y me tomaba el tren en la estación Caballito. Al principio era toda una aventura, ahora que estaba en cuarto año ya no me resultaba tan copado. Sobre todo por el viaje en tren que era un bajón y porque además ya salía los fines de semana con mis amigas y ese día me lo perdía. Igual se lo debía a mi madrina que me quería mucho y que me seguía comprando

Mi Perra Vida

  Cuando me case, mi esposo me contó que había visto películas y relatos de zoofilia. A pesar de no saber sobre el tema, no me interese en absoluto en su comentario. Al tiempo me lo volvió a mencionar, y agregando, si me gustaría practicarlo. Por supuesto le dije, que se olvidara del tema, que eso no lo haría jamás. Bueno llevamos 2 años de casados, poco a poco mi esposo me hizo experimentar otras cosas, como por ejemplo con otra chica.  Tengo que confesar, que si bien al principio tuve un poco de rechazo, no se si por temor, pudor o probablemente por desconocer, empecé a gozarlo y apreciarlo desde el momento que lo practique. El hecho de poder acceder a dos cuerpos distintos, sumado a que dos bocas y cuatro manos te tocan, acarician, besan tu cuerpo y penetran simultáneamente tus cavidades, es algo indescriptible. De pensarlo ya me estoy mojando, perdón me fui del relato. Con el tiempo pensé que el tema de zoofilia se le había olvidado, porque no lo volvió a mencionar. Un día est