Un amigo me regaló una noche con su señora

Esto sucedió en una fiesta de casamiento de un amigo en común, tenía asignada una mesa para 10 personas en el salón, donde había 3 parejas, y cuatro hombres solos entre los cuales estaba yo, todos nos conocíamos, por asados, reuniones o fiestas anteriores. La noche estuvo espléndida, muy buena comida, música, muy emotivo todo, y si, también mucha bebida, a tal punto que todos los que estamos en la mesa estábamos bien "tocaditos" por las bebidas, aunque trate de controlarme, porque el salón quedaba algo retirado del centro y quería volver manejando el auto tranquilo. Una de las esposas de un amigo, Carla, se había puesto muy divertida y toquetona, la bebida le causó efecto y a cada rato venía, me acariciaba, y me pedía ir a bailar con ella, pero todo bien, todo en un marco alegre típico de fiesta de casamiento. 

Para describirla a Carla, puedo decir, que la conocí hará un año en un asado en su casa, ella es delgada con muy buenas curvas, cabello morocho largo, cara de turca, tetas normales y eso si, un tremendo culo, grande. Carla tenía un vestido color azul, que le quedaba muy bien, entre baile y baile, tocó hacer el famoso trencito, ella me pidió que vaya detrás, yo la te la agarrada de su cintura, en un momento que paro el trencito de golpe, choque con ella y la verdad quedamos pegados, fue un momento de risas, de nuevo la misma acción y otra vez quede apoyándole esa cola. Su marido, Daniel, de copa en copa con otros amigos en la mesa, Carla y yo seguimos bailando unos temas más, hasta que nos cansamos y fuimos a descansar, pero ella me pidió que la acompañe a tomar un poco de aire fuera de salón. 

Salimos y en lo que estábamos conversando de algunos chismes sobre la fiesta, me dijo entre risas: que linda apoyada que me diste en el trencito no? La mire y le dije: y si, paraste de golpe varias veces y no pude frenar, menos mal que tenés un buen paragolpe. Nos reímos a carcajadas y me dice: y la verdad me encantó que no hayas frenado, así ahora sabes los golpecitos que soporta mí cola. Otra vez nos reímos...y en eso llegaron otras amistades y no pudimos continuar con la charla a solas. Siguió así la noche muy divertida, no tuve después otra oportunidad para seguir la charla con Carla, pero la verdad me dejó caliente con esas frases que me dijo. 

Más tarde comenzaron a irse los invitados, yo también ya marchaba a mi casa, se acerca Carla y me dice: te hago una consulta, viniste solo en tu auto? Si le dije. Carla: bueno, lo que pasa es que Daniel está con muchas copas de más, y Roberto que nos trajo en su auto, también lo veo con ganas de quedarse en la fiesta, vos estás sobrio, te pido un favor si nos podes acercar hasta casa. Le dije que si, que no había problemas, así que los lleve hasta su casa, en el camino, Daniel estaba bastante pesado con el tema de la música en auto, puso cumbia y con muchas ganas de seguir de fiesta, me venía diciendo que quería tomar un vino que tenía guardado hace tiempo y ya me estaba invitando a su casa. 

Llegamos a su casa, siguio insistiendo Daniel con que me quedé un rato más, a lo que también se sumó Carla, al agradecerme por haberlos llevado a su casa. Al final acepte, y les dije que me quedaba un ratito nomás. Pasamos a su living con Daniel, mientras Carla, se fue a su dormitorio a cambiarse. Daniel trajo el vino del que me hablaba, puso música, y me invitó a tomar una copa, al ratito llega Carla, que también agarró una copa y nos quedamos hablando de todo un poco de lo que había acontecido en el casamiento. Carla tenía puesto un pantalón de jogging, y una remerita, pude divisar que no tenía corpiño porque se le marcaban los pezones. En un momento Daniel se fue para el baño, y Carla se sentó a la par mía en el sillón del living y me volvió a agradecer por ser su compañero de baile y diversion esa noche. Se acercó, y me susurro al oído: ojalá haya otra oportunidad para que hagamos trencito y te frene con mí cola. Nos miramos y nos reímos con una sonrisa cómplice. Y ella aprovechando que me tenía cerca me plantó un rico beso en la boca a lo que le respondí con otro beso en si boca y en su cuello. Escuchamos que se acercaba Daniel y me apresure para correrme del lado de ella, pero ella me dice: no, no para, no te pongas así, a Dani le gusta esto. 

Yo la mire con asombro, y como que no capte bien que es lo que me quiso decir. Cuando llega Daniel, se prepara una copa mas de vino, Carla le dice: amor, creo que nuestro invitado merece un buen premio por habernos traído y que nos este acompañando no? Daniel dijo: si mí vida, así es...le podemos dar un lindo obsequio. Daniel te tomo una copa mas de vino, yo sin entender lo que pasaba, los mire y en un segundo la tenía a Carla de nuevo bien pegada al lado mío, me tocó uno de mis muslos y se acercó a besarme otra vez, yo no sabía que hacer lo mire a Daniel y él estaba mirándonos como disfrutando la escena. Ella me beso suave, muy dulce, yo en un momento pensé en correr mí cara para no besarla pero cai en la tentación. Nos dimos un muy rico beso, que luego siguió con caricias de parte de ella en mí pecho y en mis muslos, otra vez nos besamos, y se acercó Daniel para sentarse y así Carla quedar en el medio. Carla me empezó a tocar por encima del pantalón mí entrepierna y se movió para recibir los besos de Daniel, se besaron muy fogosos, Carla otra vez se vino para mí y nos comimos la boca a besos con lengua. 

Ya la cosa se habia puesto muy caliente, nos intercambiamos varias veces para besar a Carla, y Daniel le pidió que se saque la remera, a lo cual Carla accedió y quedó en tetas, nos prendimos los dos a esas lindas tetas, pezones oscuros que resaltaban sobre su blanca piel, cada uno chupo un pezón y Carla gemia de placer, y nos decía: mmmmm que rica chupada, mmm así ...mmm ahhh ahh asii así...quiero que me cojan...quiero que me cojan. Paramos de chuparle las tetas, y Daniel me dice: te vamos a regalar una hermosa cojida! Te lo mereces! A continuación se bajó el pantalón se sacó la camisa, y se sentó en el sillón, Carla hizo lo mismo, se sacó el jogging y una bombachita color blanca que tenía, dejando ver si tremendo cola y una vagina no depilada del todo. Yo pensaba que me iba a quedar de espectador o que ellos cogerian y luego seguía yo. Pero Daniel me dice, sacate todo, y la cojamos juntos. Así que ella se acomodo y se sentó sobre Daniel y yo se la puse por esa colita grande, blanca, con algunos lunares, que me enloqueció. 

Hermoso entrar en esa cola, cerradita y caliente, ella gemia como loca, Daniel la cogía y le chupaba las tetas, yo la tenía bien agarrada a sus nalgas, y ella me decía: dame golpes como en el trencito, cógeme, cógeme fuerte, cógeme dale...bien fuerte. Los dos le dimos duro y parejo como se dice, ella un expectaculo como gemia y gozaba. Fueron varios minutos de mucha excitación, hasta que escuchamos como Daniel acababa y le dejaba toda la leche dentro de esa concha, Daniel pegó unos gritos tremendos ella se calentó muchísimo y gemia muy fuerte al sentir esa leche en su concha y me dijo: seguí vos, dame tu leche...dame, damelaaaa damelaaaa. Y tremenda situación me desbordó y al instante acabe dentro de su cola, creo que deje la vida en toda la leche que le di, sentía como me bombeaba la pija con cada chorro que salía sobre ese culo apretado y caliente y ella a los gritos gozando. 

Terminamos fundidos de placer los 3, ella al sentarse, dejo caer un poco de leche que rebalsaba de su concha y de su culo en el sillón, sentándose a la par de Daniel y se dieron varios besos. Yo los miraba, mientras me colocaba de nuevo el boxer y el pantalón, fue un momento que no hubo palabras de ninguno, no habia nada que decir, todo lo dijimos en ese acto que disfrutamos. Termine de cambiarme, ella se puso la remera y la bombachita, Daniel quedó acostado en el sillón, agotadisimo, fruto del alcohol y el sexo. Carla me acompaño hasta la puerta, nos dimos un rico beso de despedida. Y me fui a casa a descansar de tremenda noche. 

Fin.

Autor: Placerestuc

Si no haz recibido el link para entrar a Relatos Privados no te desanimes porque cada 2 meses los miembros que no comenten serán eliminados dejando el lugar a nuevos lectores. Por tal motivo comenten las publicaciones de Salieris dejando siempre su gmail.