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Engaña 2

Todo comenzó, en un cuarto que olvidé, el roce de la seda la despertaba, frente al ventanal nos pusimos a jugar, a decirnos la verdad, que más engaña saber, recuerdo el mar, soñé estar aquí y no recuerdo despertar…

Salí corriendo de mi habitación tras mi padre para preguntarle:

- ¿Cómo que es una ninfómana? ¿La cogiste?

Pregunté incrédulo, a pesar de lo vivido instantes previos.

- Por supuesto… y lo sigo haciendo, yo fui quien la hizo mujer.

Me aclaró él como si fuera lo más normal del mundo.

- ¿Eh, desde cuándo?

- Desde que a la señorita le empezaron a entrar aires de grandeza, papi quiero esto, papi quiero lo otro, papito comprame un auto, papi necesito plata para esto, papito quiero viajar a allá, pá quiero un nuevo iphone, papá dame plata que me quiero hacer otro tatuaje... ella nunca quiso trabajar y sus caprichos cuestan dinero, sus lujos no son gratis, yo me parto la espalda trabajando para que todos estemos mejor y Susana que solo piensa en si misma… ella tiene un buen cuerpo y yo el dinero, así que llegamos pronto a un acuerdo beneficioso para ambos, por lo tanto tu hermana cada vez que necesita algo deja que papi pase un buen rato dentro del cuerpo de su hijita.

- ¿Y a mamá no le importa?

- Con tu madre hace años que tenemos un matrimonio abierto, somos swingers, nos podemos acostar con quien deseemos, el sexo no tiene nada que ver con el amor…

- ¡Pero Susana es su hija!

- Somos todos adultos, nadie obliga a nadie a realizar lo que no quiere… de hecho tu mami fue quien le enseñó a pajearse…

- Papá… ¿Podría yo cogerme a mi hermana algún día?

- Claro… si sale con cada boludo, ¿Cómo no va a dejar que se la meta su hermano? Faltaría más, primero está la familia y si nosotros la ayudamos, ella debería hacer lo mismo contigo… Vayamos al jardín a preguntarle.

- ¿Ahora?

- Si, ¿Por qué, no? Veo que la pija la tenés morcillona, eso marca que te gustaría cogerla, no tengas vergüenza con tu hermana.

- Uff… de sólo pensarlo…

- Entonces vamos

Y así sin más, bajamos los dos al patio, con el apuro ni siquiera me puse el short. Al lado de la piscina Susana estaba bronceándose con sus magníficas tetas al aire, esos melones descomunales se veían más apetitosos con el brillo que le daba el sudor. Como yo estaba algo tímido papá con una mano en mi espalda me empujó para que me acercara a ella.

- Susana, mi amorcito, tu hermano sigue caliente con vos y quiere regalarte su virginidad.

Ella me miró con cara de fastidio, que digo fastidio, de odio.

- ¿Por qué no se la regala a mamá?, ¿No ve el tarado que estoy tomando sol?, Primero la paja y ahora esto… el enano se emperró en arruinarme la tarde.

- Es un gran honor que quiere entregarte su primer polvo, ambos lo van a recordar por siempre, vamos, son solo un par de minutos, hacelo por mí.

Suspirando con furia, levantó sus caderas para sacarse la diminuta tanga.

- Mierda, que densos están hoy los dos… esta bien, pero lo hacemos acá mismo, no tengo ganas de andar entrando y saliendo de casa cada dos segundos y de paso sigo tomando sol.

- Esperen un minuto que voy a buscar un preservativo.

- No hace falta papi, estoy tomando la píldora y en lo que te tardas en ir y venir, este mamerto ya se corrió, no quiero perder más tiempo.

Dijo ella abriendo bien las piernas dejando a la vista una conchita con una fina mata de bellos rubios prolijamente recortados, se ensalivó una mano y con ella se lubricó la abertura vaginal. Yo estaba desnudo igual que ella, con mi pija bien al palo, pero sin saber que hacer, sonará extraño pero estaba cohibido, papá lo advirtió y dándome una fuerte palmada en la espalda me dio valor.

- ¡Vamos hijo!, Llegó la hora, vas a debutar con una tremenda mujer, muchos quisieran tener tu suerte, garchatela con ganas, demostrale que sos todo un machito.

Ya sin pensar más, me tiré sobre ella y con mi mano guié mi verga intentando con torpeza penetrarla, a lo que mi hermana, con otro mohín de fastidio me la agarró metiéndosela ella misma.

¡¡¡WOW!!! Fue el paraíso, la concha me apretaba la pija, era cálida, húmeda, muy suave y “acogedora”, me sentía tan bien dentro de mi hermana que ni siquiera me movía, permanecía quieto disfrutando de aquellas sensaciones tan raras y deliciosas vividas por primera vez.

- ¡Movete! Vamos pendejo, que tu hermana se aburre.

Me gritó papá luego de pegarme una cachetada en la nuca. Con movimientos pélvicos empecé a bombearla, metiendo y sacando mi verga al principio con torpeza, pero improvisando rápidamente un movimiento automático muy satisfactorio, por lo menos para mí, porque mi hermana permanecía inerte, con los ojos cerrados, como si fuera un cadáver, sin que me hiriera mí amor propio, seguí empujando, cada vez más profundamente y con vigor, al tiempo que le chupaba las tetas, se las estrujaba y mordía, como siempre soñé hacerlo, mi lengua fue recolectando las gotas de transpiración de su tersa piel y un exquisito sabor salado extasió a mis papilas gustativas, de a poco sus labios se entreabrieron para dejar escapar un esbozo de gemido, el vaivén de sus senos acompañando el ritmo de mis arremetidas me hipnotizaba. De reojo noté como la verga de nuestro padre iba aumentando en volumen debajo de su pantalón, estaba excitado viendo a sus hijos copular, como quien mira una película porno, eso logró que se me pusiera más dura, pero al rato lamentablemente sentí como el semen fluía de mi pija dentro de mi hermana, mi primera mujer.

Mi eyaculación parecía no tener fin, chorro tras chorro inundaba la estrecha vagina. ¡Por fin había perdido mi virginidad! Y nada menos que con la dueña de todas mis pajas, mi hermana, una diosa con el cuerpo de una modelo, me sentí emocionado y eufórico y el haberla cogido a pelo me hacía sentir como un superhombre, mientras mis amigos y compañeros de escuela debutaban con putas baratas que eran meras gordas feas y que obligaban las circunstancias a hacerlo con condones para no contagiarse ninguna peste, yo tuve mi primera vez con una hembra infernal.  

No se la había sacado, cuando mi padre con voz de loco desesperado me apuraba diciendo:

- Vamos hijo, salí… déjame el lugar, que yo también quiero ponérsela, mirá bien y aprendé como hay que cogerse a las putitas como tu hermana.

- Nooo… ¿Papi vos también? ¿Se pusieron de acuerdo para no dejarme tomar sol y cagarme la tarde?, Una cosa es hacerlo con el mocoso de mi hermano que es un incapaz, apenas lo sentí, pero con vos papá es diferente, la tenés muy gorda y cada vez que me la metes me rompés la concha, me la dejas dolorida por días…

- Hacete la monja con tu hermanito, no conmigo que te conozco muy bien, te morís por tenerme dentro, sos mucho más puta que tu madre…

Y sin más preámbulos, la penetró con su formidable verga palpitante, con fuerza la clavó hasta que sus grandes huevos peludos hicieron tope y la bombeó salvajemente, esta vez si ella gimió, la hizo gritar como si fuera una parturienta, la rolliza cintura de papá fue rodeada por las finas piernas de su hijita, que se movía y murmuraba como una poseída, mientras él la mataba apuñalándola incansablemente con su pija gruesa, de a poco los labios vaginales se fueron poniendo colorados, las fuertes manos estrujaban las exuberantes tetas dejándole los dedos marcados y de pronto presencié algo que me dejó consternado, ellos se besaron de lengua, apasionadamente, no sé por qué pero creí que los besos de él estaban reservados para mamá, relacioné los besos con amor y no con el sexo, me revolvió el estómago observar como entrelazaban sus lenguas con lujuria encarnizada. Él la cogía con furia, nada que ver a como yo lo hice, era más que evidente que me quedaba mucho por aprender, por suerte tenía buenos maestros para enseñarme.

Por momentos dejaban de besarse, permaneciendo sus bocas unidas por un fino hilo de saliva, se miraban impasibles con sus ojos inyectados de deseo y volvían a coger como animales, papá estaba hecho un toro mugía al destrozar la conchita con su gorda poronga, las manos de mi hermana acariciaban a su macho y sus dedos se enredaban en los cabellos de él, me excitaba muchísimo ver como las duras embestidas hacían temblar como una hoja a mi hermana, la muy putita se agarraba las tentadoras tetas y se las ofrecía a su semental, que las chupaba como un bebé hambriento, sin piedad.

Al advertir que la tanga de ella estaba cerca de mí, la levanté y aspiré el fuerte olor a hebra en celo que despedía la prenda, no pude evitar masturbarme con la otra mano. Luego de más de 20 minutos, con sonoros jadeos papá acabó corriéndose adentro de la vagina, empujando tanto su verga contra mi hermana, que parecía que quería meterse dentro de su hija. El sí que se quedó tranquilo un buen rato encima de ella y al levantarse un gran río de leche escurrió de la machacada concha.

- Gracias mi vida, ha sido genial, como siempre, me dejaste seco.

- Estabas muy caliente papi, eyaculaste tanto dentro mío que tengo miedo que la pastilla anticonceptiva no haga efecto…

- Me encantaría que me hagas padre y mucho más si me dieras una hija tan linda como vos…

- Sos incansable pá, ¿Nos tenés a mamá y a mí y querés otra hembrita?

Ellos se tiraron a la piscina para refrescarse y mientras los veía como se abrazaban y besaban yo como un boludo continuaba pajeándome.

Al rato salieron del agua y papá ostentaba nuevamente su pija en alto.

- Mi cielo mirá como me tenés, vas a tener que hacer algo para calmar a la fiera…

- ¿Papi me echaste dos polvos y tenés ganas de otro? Tengo la conchita dolorida…

- Pero tu culito está bien…  

- Ohh… solo lo hicimos una vez por ahí y me lo dejaste maltrecho por semanas… pero no puedo arriesgarme a que me llenes la vagina con más semen, de seguro me dejás panzona… te doy el culo pero hacelo con cuidado… si me lo rompés me voy a la mierda…

Dijo ella con un tono firme pero meloso, como haciéndose la niña traviesa, pero dejando las reglas establecidas. Se acomodó enseguida sobre el toallón que estaba en el césped, en cuatro patas como una perrita, meneando las nalgas enormes con sensualidad.  

Mi padre se puso como una bestia, su verga parecía la de un burro, de verla daba miedo y mi hermana vaya que la iba a sentir, enterró él dos dedos en la destrozada vagina y extrajo algo de semen, con eso lubricó el esfínter anal y el glande, nuevamente sacó más leche y empezó a hurgar en el culo de mi hermana con sus dedos embadurnados en guasca, ella gemía como una gata ronroneante, ambos hervían de calentura, de a poco la enorme barra de carne empezó a atravesar el apretado ano, cuando la tuvo toda adentro permaneció quieto unos minutos hasta que las paredes del culo se acostumbraran a las dimensiones descomunales del invasor y luego moviendo la cintura hacia atrás se la sacó sin llegar a que saliera la cabeza de la pija, entonces la clavó con fuerza.

- ¡¡¡Ahhhyyyy!!!

 Gritó ella sorprendida por el dolor.

- ¿Te lastimé?

Preguntó papá asustado, pero sin dejar de culearla.

- Un poco… es hasta que mi culo se adapte a tu tamaño… ahhh… seguí, mmm… puedo aguantarlo papi, en serio... vos disfruta de mi colita… oghhh… seguí hasta llenármela con tu lechita…

- Gracias amor…

Respondió él, inclinando su torso hacía ella para ir en busca de su boca y en esa posición se besaron un buen rato. En mi cabeza retumbaba la palabra “amor”, ¿Sería amor fraternal o de pareja? ¿Era solo sexo o las cosas se le estaban yendo de las manos?, ¿Mamá sabría que su marido llamaba amor a otra mujer?, si bien era frecuente ese termino para referirse en forma afectuosa a mi hermana, pero la forma y el contexto en donde fue expresado me preocupaba y también me causaba muchos celos.

A todo esto, papá la sujetaba por la cintura con firmeza y su verga entraba y salía de aquel minúsculo agujerito con mayor vehemencia, el choque de sus cuerpos producía el clásico plaff-plaff-plaff, mi padre no podía verlo, pero mi hermana cerraba con fuerza sus ojos, al igual que los preciosos dedos de sus pies y mordía su labio inferior, estaba claro que aquella tranca descomunal penetrándole el ano tenía que dolerle.

Mientras papá la cuelaba con estocadas profundas, le manoseaba las tetas y pellizcaba los turgentes pezones, los gemidos de los dos se mezclaban al tiempo que se fusionaban sus cuerpos en el ardor del deseo incestuoso. Por un momento tuve la intención de acercarme a ella con mi pito erecto, pero mi padre me fulminó con la mirada en un claro “ni se te ocurra”, fue como intentar quitarle la presa a un animal hambriento.

- Discúlpame que tarde tanto en venirme, mi vida, ¿Te hago mucho daño?

- Un poco papi, pero vos gozame que puedo aguantarlo… ahhh… tu placer es el mío…

Contestó susurrando con tremenda cara de puta, tanto que enardeció a mi padre, se la quitó y se abrazaron para perderse en un beso de lengua interminable, luego él permaneció acostado en el pasto con la verga apuntando al cielo, mi hermana se paró con el cuerpo de papá entre sus piernas lentamente fue arrodillándose, enterrándosela ella en la profundidad de su ano y dando saltos retomaron la culeada, pero ahora era Susana la que imponía el ritmo de las penetraciones. En esta nueva posición las voluptuosas tetas rebotaban una y otra vez hasta que papá las apretó con sus manos y se las llevó a la boca para mamarlas salvajemente, por los gritos que daba mi hermana pensé por un momento que la estaba lastimando, pero un instante más tarde ella misma lo incitaba a continuar.

- Siiii… chupalas que son tuyas… fue tu leche las que las hizo y tu boca merece mamarlas… ohhhhhh… te pertenecen como yo…

Los gemidos de ambos se hicieron más fuertes, no sé cómo los vecinos no se asomaron por la medianera para ver qué pasaba, tanto ella como él empezaron a sufrir espasmos violentos, la concha baño el cuerpo de nuestro padre con un squirt al alcanzar mi hermana el orgasmo.

- ¡AHHHHHH! Putita te estoy llenando el culo de lecheeeeeeeee…

Ella recibió las copiosas descargas en sus entrañas sujetándose de los hombros de él, clavándole las uñas y gimiendo como una loba, volvieron besarse con pasión, las manos de papá manosearon todo el tentador cuerpo de su hija, ambos estaban empapados en sudor, los dedos de Susana exploraron el ano como para tener una idea del daño provocado y después se los chupaba para limpiarlos, saboreando con deleite el semen de su macho.

- Hijo aprovecha que la puta de tu hermana sigue con ganas, vamos, rompele el culo vos también…

- Nooooo, me duele mucho, una vez ya ha estado bien, papi me dejaste exhausta, no doy más.

Expresó mi hermana a modo de protesta.

- Dale tonta, no ves que la tiene pequeñita… ni la sentirás…

- Pá tengo miedo que el boludo me haga daño… vos sabes coger pero él no…

- Dale putita, hacelo por papi... ¿No ves que sigue al palo, lo dejaste más caliente que el infierno?.. ¿Qué le hace una pijita a tu culo después de tenerme a mí?

- Lo hago por vos nada más.

Yo no sabía que iba a hacer, así que me quede un poco atontado, entonces ella me miró con lujuria y empezó a mover las nalgas acomodándose en cuatro patas.

- ¿Y qué esperas para montarme? ¿Ahora te da vergüenza? Está por salir el expreso al paraíso y si no te apuras lo vas a perder…

La muy puta sabía que palabras emplear para excitar a un hombre, me acerqué y con cuidado le fui metiendo mi pito en el orto, gracias al tamaño de mi pija o a la gran cantidad de leche derramada por papá, le entró muy rápido y fácil, enseguida empecé a moverme imitando los movimientos de mi padre, ella gemía, mucho menos que con su macho, el culo lo tenía bastante dilatado pero a pesar de eso, sus enormes cachetes me apretaron la verga bien rico.

Percibí todo muy mojado y resbaladizo, pero era fantástico, lo disfrutaba a más no poder. Ese día obtuve mejores regalos que en mi cumpleaños, en horas mi madre me había hecho una paja de lujo y ya me estaba garchando a mi despampanante hermana por sus dos agujeros, era feliz. ¿Quién me lo iba a decir a mí, al despertarme?

Aquel agujerito era una delicia, instintivamente con una mano le apretaba un pezón y con la otra empecé a masturbarla, arrancándole con sorpresa un fuerte gemido, entonces pasó ella a clavarse mi verga, moviendo sus nalgas con ganas.

- Aprendiste rápido hermanito... ahh…

Al levantar la vista vi a mamá con la falda subida y metiéndose los dedos en la concha, nos había sorprendido culenado, tenía más cara de vicio que mi hermana, ella clavándome su mirada se pasó la punta de su lengua por los labios y me mostró uno de sus senos, que resultó ser más grande que los de Susana.

La verga se me puso tan dura que me dolía, aceleré mis embestidas, pero pasaban los minutos y no podía correrme, a pesar de tener los huevos tan cargados que explotarían. Para una madre no hay secretos y nadie me conoce más que ella, enseguida se me acercó y llevó un seno a mi boca introduciendo su duro pezón entre mis labios.

- Chupa como cuando eras un bebé y mami te daba la teta… eso, así… ¿Te gusta corazoncito?

- Siiii má…

Mientras seguía cueleando a mi hermana, se acercó papá con su verga a media erección y se prendió de la otra teta de mami.

- Aghhhhh… que lindooohhh… mis dos hombres mamándome las tetas… siiiii… esto lo hacíamos seguido con papi cuando llegaba la hora de alimentar a algunos de mi bebitos… pero a papá le gustaba cogerme fuerte mientras les deba la teta… ¿Qué puerquito papi, no?

No terminó de decir eso mami y mi leche empezó a fluir como un río, gimiendo me desplomé sobre mi hermana, abrazándola, dentro del culo de Susana el semen de papá se mezclaba con el mío. Entré como en un limbo y cuando desperté de mi ensoñación, estábamos mi hermana, papá y yo sucios de sudor y malolientes, pero satisfechos.

Mami acomodándose el vestido nos dijo:

- Bueno familia, después de esta tarde hay que reponer fuerzas, vamos adentro que les preparé algo de comer.

La puta de mi hermana tuvo que comer de pie, tenía el culo tan dolorido que no pudo sentarse, pero no estuvo tan mal, como yo no tenía hambre lo único que me devoré fue su conchita adolorida.

 

Autor: Gus Becker

Decidí publicar este breve relato en Salieris a modo de premio para todos aquellos a los que les gusta esta sección y disfrutan con sus relatos. No será la única vez que suceda, tal vez aquí publique mis relatos cortos o los más viejos que no están subidos al blog, pero solamente si se supera los 30 comentarios.

Comentarios

  1. Wou , pedazo de relato, yo quiero una familia de mente abierta como esa, una familia swinger

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  2. Buenísimo gus a como nos tenes acostumbrados a exelente relatos

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  3. Uff estuvo genial está segunda parte. Y la protagonista que usaron en las imágenes hacía imaginar de mejor manera. Muchas gracias por esto.

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  4. Estupendo relato, es alucinante.

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  5. Excelente relato me encantó eres un genio Gus muchas gracias

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  6. UUFF QUE BUEN RELATO GUS ME ENCANTA ESTE TIPO DE RELATOS OJALÁ SALGA LA TERCERA PARTE

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  7. Excelente relato muy morboso, felicitaciones.

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  8. Que buen relato!!!! Que tenga continuidad.

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  9. Me masturbe a dos manos con el relato, es estupendo

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  10. Hola Gus gracias fue un relato muy caliente. Felicitaciones

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  11. Gran relato gus como siempre, estaba esperando esta continuacion, se agradece

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  12. Me la puso muy dura el relato

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  13. Me gustan mucho los relatos en donde participan todos los integrantes de la familia y este ha sido excelente.

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  14. Empieza este y el anterior con un tema de Cerati, me parece que el protagonista lo soñó todo ¿O me equivoco?

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  15. impactante relato, espero la continuacion

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  16. Mejor imposible, una montaña de morbo, espero la tercera parte.

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  17. Excelente lo único que agregaría sería más participación por parte de otros protagonistas

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  18. Buenísimo necesitamos más!!

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