Ir al contenido principal

Mi ex marido y mi hijo 2

Estaba tan borracha y cansada que me costó encontrar la cerradura para entrar a mi propia casa. Mi hijo se asustó al ver mi aspecto. Tenía la blusa desgarrada a tal punto que mis pechos estaban prácticamente al aire, el cabello desordenado, el maquillaje corrido.
-Mamá, ¿qué te pasó? ¿Te secuestraron?
-No hijo, no.
¿Qué hacer, decirle la verdad? Había estado dos días en una casa con su padre, mi ex marido, y dos amigos de él. Ebria todo el tiempo. Sin comer. Sólo había tragado sus acabadas, una y otra vez.
-¿Fue papá? Decime la verdad, ¿fue papá?
Su padre tiene prohibido verme. Es un hombre violento. Pero yo soy una mujer débil, caigo con él una y otra vez, lo veo a escondidas. Aunque esta vez no me esperaba que estuviera con dos amigos. Lo acepté. Como siempre, no tuve carácter para negarme. Y me hicieron de todo.
-Estoy descompuesta hijo -alcancé a decir.
A los tropezones fui hasta el baño y vomité arrodillada en el inodoro. Semen, no tenía otra cosa en el estómago.
Mi hijo se quedó en la puerta observando.
-Ayudame a preparar la bañera -dije entre balbuceos.
Puso el tapón y abrió la canilla.
Mientras, yo me quité la blusa. Tenía una tremenda acabada entre las tetas, aún fresca. Era de uno de los amigos de mi ex marido, el que me había traído hasta casa. Antes de dejarme bajar del auto hizo que se la mamara y me tiró todo en los pechos.
Después me quité la falda. Ni pensé, o mejor dicho, ni me importó que mi hijo me viera desnuda. Ni tampoco que debido a lo estrecho del cuarto de baño mi cuerpo se rozara con el suyo.
-Me asusté mamá, pensé que te habían secuestrado.
-No, no, estoy bien. Necesito un baño y dormir.
Me metí en la bañera, él se sentó en el borde.
-Podrías haberme llamado.
-Sos tan bueno.
Estiré la mano a ciegas para acariciarlo y sin querer le toqué la entrepierna. Tenía una erección. ¿Hasta ese punto había llegado? ¿Mi propio hijo se excitaba conmigo?
-Y sos tan parecido a tu padre -suspiré.
-Estuviste con él, ¿verdad?
-Hijo, sin reproches -le pedí entrecerrando los ojos.
-Él no se puede acercar a vos. Lo voy a denunciar a la policía.
-No hijo, no -dije abriendo los ojos.
-Pero…
-No hay nada que denunciar. No me hicieron nada que yo no haya aceptado.
-¿Hicieron?
Volví a cerrar los ojos.
-¿Hicieron? ¿Qué decís mamá? ¿Cuántos fueron?
-Dejalo así, olvidate.
-¿Cómo que olvidate? Ya mismo voy a llamar a la policía.
-No hijo. Te digo que todo fue consentido.
-¿Cuántos fueron?
-Eso no importa.
-¿Cuántos mamá?
-Tres. Pero te digo que yo acepté todo. Yo acepté todo.
-¿Cómo es posible?
-Yo estuve de acuerdo en todo. Era una idea… una fantasía que tenía tu padre. Siempre me hablaba de eso y yo no quería… pero ahora acepté, no hubo nada forzado.
-¡Pero mamá, mirá cómo volviste!
-Bueno, porque es natural… tres hombres muy fuertes, muy intensos. Es natural que termine así, cansada.
-Y con moretones en los brazos y en el cuello -dijo en tono irónico.
-Bueno hijo, es así. Tres hombres muy pasionales.
Mientras hablaba recordaba. Recordaba lo intenso que había sido. Sus miembros rígidos. Y yo a su merced. En todas las posiciones. Abriéndome. Para que entraran en mí de todas las maneras posibles.
-Mamá no lo puedo creer. Eso lo hace… no lo hace cualquiera.
-¿Ibas a decir eso lo hace una puta?
-No.
-No soy una puta. Soy una mujer enamorada.
-Sí, de un tipo que te enfiesta con otros dos.
-No hables así de tu padre.
-Sí, sí -dijo enojado.
-Lo hice por amor.
-¿Enfiestada dos días seguidos, con tres tipos, por amor?
-Sí, por amor. Les entregué mi cuerpo por amor. Una mujer enamorada es capaz de eso y mucho más.
Y luego murmuré, como para mí misma:
-Jamás pensé que sería capaz de hacer algo así. Jamás.
-Pero lo hiciste.
-Si tu padre me lo pide…
-Si papá te lo pide -repitió irónico.
-¿Qué?
-Nada, nada.
-Vamos, estás queriendo decirme algo.
-Nada.
-Hijo, yo te conté la verdad. Lo menos que podés hacer es contarme.
Lo pensó un poco y dijo:
-¿Sabés qué hacía papá? Dejaba la puerta abierta de la habitación de ustedes y me pedía que espiara.
-¿Que espiaras?
-Sí, que espiara, que viera… todo lo que hacían en la cama. Todo lo que él te hacía.
-¿Y vos espiabas? -pregunté asombrada.
Bajó la vista como avergonzado.
-Ay hijo…
-Lo que más bronca me da…
Hizo silencio.
-¿Qué? Decime hijo…
Tomó aire y dijo:
-Lo que más bronca me da… es que no podía evitar…
-Hijo…
-Y después pensaba… y hasta soñaba… y me sentía culpable por tener esas fantasías, esos pensamientos…
Ahora entendía todo. Entendía sus preguntas, entendía que se hubiera quedado junto a la bañera, entendía la dureza de su entrepierna.
-Hijo… ¿tenías fantasías con mamá?
Hizo que sí con la cabeza y dijo, sin levantar la vista:
-Me da mucha vergüenza.
Tomé sus manos con las mías.
-No hijo, no te sientas culpable, no tengas vergüenza. A mí no me enoja, no me molesta. Es natural…
Casi llorando dijo:
-Te veía con él… y pensaba… y sentía…
-Hijo no te sientas mal…
-Pero sos mi mamá…
-Bueno, esas cosas pasan…
-Y ahora me entero que estuviste con tres tipos… y no me quiero ni imaginar… pero la cabeza me funciona a mil…
-No pienses si te hace mal…
-No pienses… como si fuera tan fácil… no puedo dejar de pensar… de imaginarme todo lo que te hicieron…
-Hijo soy una mujer. Soy tu madre, pero soy una mujer.
-Sí, ya lo sé, claro que sé que sos una mujer.
-Fue… fue algo entre adultos… te dije que yo acepté.
-Sí mamá pero… no puedo dejar de pensar… en vos y esos tres…
No podía verlo sufrir así. Sin pensarlo dije:
-Hijo, ¿querés aliviarte?
-¿Qué? -dijo secándose las lágrimas.
-¿Querés aliviarte? -dije apoyando una mano en el bulto de su pantalón.
-Ay mamá…
-Yo no puedo hacer con vos las cosas… que puedo hacer con otros hombres. Pero si querés aliviarte… acá, ahora… te lo permito.
Yo sé que está mal lo que hice. O no sé si está mal, fue lo que me salió.
Lentamente le desprendí el pantalón.
-Mamá…
-Aliviate hijo… a mamá no le molesta. Mamá te entiende. Mamá te ama.
Me arrodillé en la bañera. Intenté bajarle el pantalón, él se puso de pie para facilitar la tarea.
Tenía el miembro grueso, muy duro. Ni lo toqué en ningún momento, pero le ofrecí mis pechos.
-Hacelo hijo… mamá te quiere ayudar.
Miró mis pechos, mis pezones duros, y se masturbó.
Tardó menos de un minuto en lanzarme gruesos chorros de semen en la cara y las tetas.
Gemía mientras acababa.
-Así mi chiquito, así… dale todo a mami.
Después cayó de rodillas. Tomé su rostro con mis manos.
-¿Estás mejor? -dije sonriendo.
Él jadeaba. Su leche tibia me resbalaba por las mejillas y las tetas.
-Papá… papá siempre decía que…
-¿Qué?
-Es muy feo.
-¿Que? Decimelo.
-Me decía que tenía que ver… lo puta que sos en la cama.
-¿Y vos pensás que es verdad? ¿Lo pensás por esto de recién?
Se encogió de hombros.
-Hijo… yo me entrego a los que amo. Sin reservas. Por completo. Lo mío de recién fue una entrega por amor. Y si no avanzo más, es porque sos mi hijo.
-¿Serías capaz de avanzar más conmigo?
-¿Vos serías capaz de avanzar más conmigo, tu madre?
Volvió a encogerse de hombros.
-Fuiste capaz de hacerlo con tres tipos…
-Sí, lo hice. Pero ninguno era mi hijo.
Meneó la cabeza y dijo:
-Vos sos la mejor mamá del mundo.
-Y vos el mejor hijo del mundo -sonreí.
Me pasó suavemente un dedo por un pezón. Me estremecí.
-Te he visto gozar tanto -dijo.
-Tu padre tiene talento para esas cosas. Así como es malo en otras.
-Estos días… con los tres… ¿fue así, sin reservas, por completo?
-Prefiero no hablar de eso -dije bajando la vista.
-Necesito saber. Solo eso contestame.
Lo pensé un poco y dije:
-Sí, fue así.
Suspiró.
-¿Está mal si te digo… si te digo que… que me hubiera gustado estar ahí?
Sonreí.
-Te entiendo hijo. Pero mejor que no hayas estado.
-¿Por qué?
-Porque hay cosas… que una madre y un hijo no deben hacer.
-Lo de recién tampoco.
-Lo de recién tampoco -admití- Pero hay un límite. Sentí que necesitabas aliviarte. Pero no otra cosa.
-Cuando te veía con papá… lo odiaba a papá.
-No, no lo odies.
-Sí, lo odiaba. Porque quería estar en su lugar.
-Hijo…
-Cada vez que lo veía que te hacía por atrás…
Le puse un dedo en los labios.
-Basta hijo.
-No sabía si sufrías o gozabas.
-Basta hijo, dejemos las cosas así.
Volví a meterme en la bañera. Me lavé su semen de la cara y los pechos, terminé de bañarme y le pedí que me alcanzara una toalla.
Mi hijo aún tenía los pantalones bajos. Por la estrechez del cuarto, su miembro a medias erecto rozó mis muslos. Lo dejé pasar sin decir nada.
Me sequé y volví a acariciar su rostro.
-Necesito dormir.
Luego lo besé en la mejilla y me fui a mi cuarto.       

Autora: Marianelabolson

SOLO CUANDO SE LLEGUE A LOS 15 COMENTARIOS SE PUBLICARÁ UN NUEVO RELATO.

Comenten siempre dejando un correo gmail, pues a los lectores que más participan los premiaré con una llave a RELATOS PRIVADOS. Todos los meses se actualizan las membresías.          

Comentarios

  1. Ohh la historia se está poniendo buena!!! Ahora el hijo calienta motores. 🔥
    Gracias x subir una segunda parte!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Coinsido plenamete con tus palabras esta historia se esta poniendo mas interesante .
      Abrasos y felisito al autor

      Borrar
  2. Es el famoso hijo de puta

    ResponderBorrar
  3. mmmmmm ... espero que suban la continuación y que sea pronto, donde sea más morboso.

    ResponderBorrar
  4. Gracias por el relato, muy morboso se ve que la historia da para mucho más, me pareció corta jajaja. Saludos

    ResponderBorrar
  5. TREMENDAS HISTORIAS LLENAS DE LUJURIA Y DESEO QUE DEJAN IMAGINANDO Y ATRAPADO EN LA TRAMA

    ResponderBorrar
  6. muy buena historia, mucho morbo

    ResponderBorrar
  7. excelente relato muy morboso

    ResponderBorrar
  8. La historia va tomando forma espero que siga, cómo siempre excelente trabajo

    ResponderBorrar
  9. muy morboso el relato me gusta

    ResponderBorrar
  10. buen relato super excitante

    ResponderBorrar
  11. muy buena segunda parte, me gusto y con el toque de morbo justo! Espero la continuación!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Odio a Mi Madre

SOLO CUANDO SE LLEGUE A LOS 15 COMENTARIOS SE PUBLICARÁ UN NUEVO RELATO. Comenten siempre dejando un correo gmail, pues a los lectores que más participan los premiaré con una llave a RELATOS PRIVADOS. Todos los meses se actualizan las membresías.

Mi madre y el novio de su amiga

Relato basado en un hecho real, que cuenta como mi preciosa madre fue follada por el novio de su mejor amiga. Hola a todos. Desde hace muy poco he estado leyendo vuestro blog de relatos y finalmente me he decidido a escribir uno. Este relato está basado en un hecho real. Aunque he exagerado algunas cosas para intentar hacerlo, digamos... más excitante, no he dejado de ser fiel a los acontecimientos, y la historia gira en torno a una situación real que ocurrió recientemente. Bueno, no os entretengo más, espero que os guste. Me llamo Javier, tengo 18 años recién cumplidos, hace meses terminé la Universidad. Vivo con mi familia en un piso en el centro de Madrid. Mi padre, Antonio, es un hombre de negocios de 41 años que pasa muy poco tiempo en casa, pues está prácticamente todo el día metido en la oficina, reuniéndose con sus socios y demás menesteres empresariales. Gracias a ello nos ha ofrecido a mi madre y a mí una vida bastante cómoda y holgada. Mi madre, Yolanda, es ama de casa, tien

La Tía de Maty (segunda parte)

C uando ella salen del baño yo me voy a mi cuarto ya que mi tia fue invitada a dormir la siesta en la cama de mis padres donde su propio hijo se cogio hace una par de horas nomas a la mujer de su hermano, veo por la ventana como mi madre se va a su otro trabajo y ahí me puse a pensar que debia hacer, uno era cogerme mientras dormia a mi tia para devolverle el favor a mi primo, pero no es tan agraciada como mi madre y ademas soy muy chico y no me exita lo cual deduje que me justa ser voyeur osea ver como otros cogen pero no me dio vergüenza reconocerlo aunque sea viendo a mi vieja con mi primo muchos le pasa cuando espian a sus padres coger pero ver a mama con maty y exitarme asi bue. Dos era la proxima vez filmarlos pero que pasa si se me pierde el celular o lo descubre alguien que no sea el indicado y ademas iba a quedar como un boludo ya que mi madre era garchada por su sobrino, y todo lo que pueda suceder como escandolos, despido de mi madre, seperacion entre ellos, y varios quilomb

El hijo de puta que le rompió el culo a mi madre

Este relato está inspirado en EL MACHO DE MI MADRE de Gus Becker. Hola mi nombre es Luis, tengo 16 años, soy delgado, bajito, rubio… Hace unos meses mi mamá se divorció de mi papá, razón por la cual ella decidió que quería estar lejos de él y nos mudamos de nuestra natal Buenos Aires en Argentina a vivir a Bogotá Colombia. Al llegar a mi nuevo colegio inmediatamente me distinguí por ser extranjero, en todos los aspectos: en cuanto a mi apariencia, era el único rubio del salón y por mis ojos azules y mi acento no hacia falta decirle a la gente para que notaran que venía de otro país; rápidamente me destaqué por mi buen desempeño académico, y es que la educación en mi colegio anterior era mucho mejor que el nivel de exigencia acá, sin dificultad me convertí en el favorito de los profesores y empecé a despertar envidias; además de eso, era el más talentoso con el balón, tenía un regate similar el de Messi y la única forma de quitarme el balón era haciéndome falta, era titular indiscutido

Los morbos de mi esposo

Les cuento que el “hdp” de mi marido, con la idea fija que sea bien puta, hizo todo, y no puso, ni tuvo limite alguno, aunque reconozco que yo tampoco se los puse, ni los tuve, porque me gustaba, y enloquecia de calentura que fuese asi, que me pidiera cositas atrevidas y por esto, ademas de convencerme de coger con otros, como paso en los intercambios de parejas, trios, donde pudo verme totalmente enloquecida disfrutando y gozando divinamente con la cogida que me daban otros y otras. Insistió hasta que le hice realidad su mayor fantasia, dejandome coger con su mejor amigo, o uno de estos, porque con el tiempo termine cogiendo con otros, pero su mayor locura fue que me lo coja y sea toda la puta del pijudo de Oscar su mejor amigo, motivo por el cual a pesar de coger con otros, siguio insistiendo, comprandome ropitas muy chiquitas para ir a media tarde, aprovechando las horas que los chicos estaban en la escuela, recibiendolo y mostrandome muy puta con Oscar, quien por la amistad pasaba

Sexo y Vino

Sábado por la noche en una quinta a las afuera de la capital federal un grupo de pareja se reunían a comer un asado, los dueños de casa Ana y Jorge junto a Florencia y esteban esperan que llegue julia y Martin (la pareja que faltaban), lo hombre vestían con bermuda y remera con cuello polo, y las chicas con vestido flopy uno más pegado al cuerpo de color celeste, mientras que Ana uno más holgado de color blanco con rosas rojas. Mientras se sentía el fuego arder quemando las maderas y el carbón en el asador que se encontraba el quincho también afuera del mismo hay unos sillones donde en unos están la pareja anfitriona y la otra flor y esteban Flor – che donde vamos a ir de vacaciones? – Jorge – no sé, a las montañas puede ser – Flor – no no a las montañas no, vamos a la playa mejor – Esteban – perdón puedo opinar mi vida – Flor – si podes opinar después de que decidamos ir a la playa – Estaba n – claro mi amor lo que vos digas – Ana y Jorge se ríen de cómo lo domina flor a estaban, Jorg