Saliendo del cascarón

Mi nombre es Cristobal, siempre he sido “grande”, quiero decir, no caía en obesidad, pero he sido “ancho” toda mi vida, y junto con eso, también siempre he destacado por mi altura, aun no terminaba la primaria y ya estaba por sobre el 1.70, llegando al 1.80 de altura, desde pequeño mi madre, Marta siempre me aleccionó para no responder a quienes se metían conmigo, podía responder verbalmente, pero jamás nunca físicamente, pues mi tamaño claramente me ponía en una ventaja sobre mis compañeros y podría terminar en desgracia según ella, pero en el colegio siempre tuve un ángel de la guarda, mi hermana mayor, que me lleva 3 años, Sofía, de mi padre mas adelante sabran, pero el nunca estuvo presente y no vine a saber quien era hasta ya mayor, cuando salí del colegio.

mi hermana era realmente mi media hermana, pues su padre dejó embarazada a temprana edad a mi madre y antes de que ella naciera el término bajo un camión en un accidente de tránsito, afortunadamente para el futuro económico de la familia mi madre recibió una casa y un campo que le pertenecían al padre de Sofía, así vivíamos en nuestra casa en la entrada de la ciudad, con un buen terreno que era administrado por Don Alonso, un hombre de campo en todas sus letras, erudito de la tierra y sus bondades que siempre tenia una enseñanza a cada que yo salía a recorrer el campo en bicicleta o caminando, pues siempre estaba ahí.

Mi madre por otra parte trabajaba para el municipio, se dice que era bastante fría en su trabajo, que luego de la muerte del padre de Sofía nunca retomó su vida amorosa, pero vamos con calma, que ya habrá tiempo para contarles todos los deliciosos detalles de la vida íntima de mi hermana, de mi madre y de cómo yo fui creciendo de ser un niño sobre protegido y temeroso a lo que hoy soy, que no se si sea bueno o malo, pero es lo que me tiene aquí hoy y realmente no tengo  planeado cambiar, ni a corto ni a largo plazo, por que me siento bien con ello.

Comencemos con el origen de todo, como me abrí a la sexualidad de una forma poco usual y tan suave como una caída desde un séptimo piso directo al asfalto y de hocico, para esto les resumiré que mi relacion con Sofia, mi hermana mayor, era genial, ella tenía una personalidad muy llamativa, era avasallante cuando se requería, y sobre todo cuando iba a defenderme de mis compañeros de curso que abusaban de mí en ese entonces eterna posición de “sólo recibir”. Era motivo de tranquilidad escuchar su voz o verla venir hecha una furia a defenderme, a veces gritando amenazas, otras en silencio, estas últimas eran las que más disfrutaba pues solo escuchaba como los palmetazos y patadas que repartía sonaban en las caras y traseros de mis compañeros.

La verdad es que no se como lo hacía, Sofía es una hermosura, a penas y pasa el 1.60, y pesaba 65 kilos en esos años, y no tenía un ápice de grasa en su cuerpo, salvo un poco muy bien puesto en su culito respingon, con una cintura marcadisima, unas tetas proporcionales, eran lo justo, dos limones de tamaño mediano, unas piernas firmes donde el hueso no se veía, y su rostro era lo que terminaba este poema que tengo como hermana, nariz delgada y respingada, labios carnosos, unos ojos verdes que brillan como esmeraldas y una melena que a penas y pasaba sus hombros, risada de color castaño claro casi rubio que siempre está acompañado por una piel mate impecable, que dependiendo de la temporada variaba de un tono rosado pálido, a un tono tostado suave.

Ella siempre estuvo ligada al deporte, y varias veces ostentó distintas coronas como reina de belleza en festivales escolares y de la primavera, así que algo era claro, con esto que les acabo de contar ya han de saber que pretendientes siempre tenía, y admiradores que le dedicaban sus más inspiradas pajas, pues aun mas, dentro de estos últimos pues yo mismo he estado. En cuanto a relaciones o noviazgos, pues siempre repetía un patrón, mayores que ella, altos y fornidos, aunque de ellos solo dos son los que destacan Ignacio, un hijito de papi que era más boca que otra cosa en muchos aspectos, y Sebastian, a cada uno se los describire en las aventuras que les narrare, comenzaremos por el pelmazo de Ignacio, este realmente era insufrible, no solo por lo estupido y desagradable, si no también por lo cobarde que podía llegar a ser, claramente era mi hermana quien mandaba en la relación, ahora les contare como iba todo eso.

Esto ocurrió a principio de los noventas, cuando mi hermana tenia 18 años recién cumplidos y yo tenía 14, he de mencionar que nuestra casa tenía un gran jardín, y de patio ni hablar, para el verano siempre íbamos a un riachuelo cercano que atravesaba el campo para refrescarnos, su agua era un deleite para aplacar las altas temperaturas, de todas formas la casa estaba rodeada por árboles y era bastante fresca, hasta el dia de hoy vivo en ella, tiene 5 habitaciones, una oficina donde mi madre realizaba el trabajo administrativo que se traía a la casa, y donde estaban todos los documentos que involucran al campo, y que mi madre llevaba como reloj suizo. fue durante un fin de semana cuando mi madre no estaba en casa y yo andaba recorriendo el campo, caminando y buscando en qué matar el tiempo cuando a lo lejos vi que llegaba el auto de ignacio a la casa, como me caía como patada en las bolas, decidí seguir con mi caminata y fui a ver a los perros a su canil, pero en medio de este camino mi estómago me traicionó y la naturaleza me indico que debía volver a mi casa para ocupar de manera urgente e baño, y así lo hice, pese a mi tamaño siempre he sido silencioso al moverme, pues mi madre odiaba a las personas que zapateaba “uno marca su presencia con sus palabras, no con bochinche” dice siempre, y si a eso le agregamos que el piso de la casa era casi que sagrado, antes de entrar era un reflejo condicionado en la familia el sacarnos los zapatos y dejarlos junto a la puerta, o llevarlos en las manos hasta nuestras piezas.

Entre por atrás, por la puerta de nuestra amplia cocina, y pase al baño que había junto a la logia, donde estaba la lavadora, gracias a la distancia con la entrada y la pieza de mi hermana pues no se escucho nada, yo estaba ya a salvo, pero la conciencia y educación que había recibido me obligaba a entrar a saludar por muy mal que el imbécil me cayera, así que emprendí rumbo hacia el living, donde supuse que estaría hablando, y es que realmente era muy inocente o pelotudo por decirlo menos, todo gracias a la sobreprotección que mi familia me daba por aquellos años aun, caminando en calcetines por la casa y sin meter ningún ruido, mi idea era llegar a presentar mis saludos, pero no encontré a nadie, ¿donde podían estar?, recuerdo que me pregunté, si que era imbécil, ¿donde estaría una mujer de 18 años con su novio de metro noventa?, haciendo huerta, o lavando la ropa de seguro… insisto, que inocente.

No fue hasta que escuche unos murmullos y gemidos que me acerque con mucha cautela a la puerta de la pieza de mi hermana, lograba distinguir sus voces a la perfección.

Ignacio: que ricas tetas tienes amor

Sofia: cometelas son para ti grandulón!

Grandulón? algo en mi estalló, yo era “su grandulón” ella me decia asi a mi, para mi yo de esas fechas esto era una traición, y es que fueron los primeros celos que conocí, ¿como mi hermana le daba “mi título” a otro, y sobre todo a ese imbécil? pero ahí no paró, claro que no.

Sofía: sigue!! mueve tus dedos!! me tienes mi conchita empapada!! aaaaaaahh!!! sigue!!! sigue!!!

Ignacio: vamos, déjame probar esa lengua tan caliente que tienes!!!

A pesar que estaba afuera de la pieza y la puerta estaba cerrada, podía escuchar a la perfección como sonaban sus bocas, como la saliva y sus lenguas tenían una sinfonía a todo volumen, mientras gemidos rompen a ratos el ruido de sus besos lascivos, y como Sofía ocupando mi titulo llamaba “grandulón” a este imbécil y le daba instrucciones como donde tocar, donde lamer, y el respondia “asi es como te gusta cierto? y así? ¿Te gusta aquí? mira que mojada que te tengo” todas esas frases que yo no entendía solo iban derrumbando una muralla construida por años de sobreprotección tanto de mi madre como de Sofía, a quien tras esa puerta le estaban hurgando su conchita mientras le comían las tetas y la boca a destajo… pese a lo llamativo del cuerpo de mi hermana, hasta ese dia, hasta ese preciso momento, yo nunca la vi como mujer, como una hembra hambrienta… y fue la curiosidad de saber que pasaba en esa pieza lo que me llevó a salir en silencio de la casa para ir al ventanal de la pieza de mi hermana esperando poder ver algo.

Así fue como salí nuevamente por donde entré, por la cocina, y me dirigí bajo las sombras de los árboles que rodeaban la casa, hasta el ventanal de la pieza de mi hermana, pero no encontre por donde ver, la cortina estaba toda cortada justo hacia el lado donde yo estaba, me tocaba dar la vuelta a toda la casa para poder ir al otro lado, pensé en pasar arrastrándome, pero preferí no arriesgarme, no quería que me descubrieran, y cuando voy a emprender rumbo a rodear mi hogar escuche algo que me abrió aún más la curiosidad

Ignacio: tu boquita es deliciosa besando, pero ha aprendido a comerse mi verga muy bien mi amor, eso…. aaah… lamela! quiero sentir esa lengua en toda mi verg…. aaah!! ooooh amor… eso… comete mis bolas!!!

Los sonidos de la saliva y de la boca de mi hermana me eran especialmente fáciles de escuchar, como si mi entorno estuviese en “mute” y solo pudiese escuchar lo que pasaba dentro de esa pieza.

Sofia: mira como está de dura… quien te la pone así mi grandulón? quien te pone como un fierro esta gorda verga??

Ignacio: tú y ese culito dulce

Sofía: y mis tetitas? no te gustan -dijo con voz de niña malcriada-

Ignacio: me dan ganas de tener más bocas para poder comerte las tetas, y tus dos boquitas al mismo tiempo, eres una delicia… mira como me has dejado de mojados los dedos, dejaste un charco en tu cama!!

Sofía: es que sabes mover muy bien tus deditos en mi conchita nachito, -como odiaba cuando le decia asi, ese diminutivo solo acentuaba lo imbecil de este mal parido a mi gusto- creo que ahora es momento de dejemos de hablar y comamos antes que se enfríe

El contexto me daba a entender en parte a que se podía referir mi hermana, mas no del todo, así que emprendí rumbo para llegar al otro lado de la ventana rodeando la casa, y ni senti piedra en la planta de mis pies solo protegida por mis calcetines, la curiosidad y las hormonas que comenzaron aflorar creo que bloquearon todos mis receptores nerviosos en los pies, tenía que llegar rápido a esa maldita ventana.

Cuando llegue a mi destino, me y arrastre hasta que mi cabeza quedó atrás de unas macetas con plantas que mi hermana tenia afuera de su ventanal, como les dije la cortina estaba abierta y toda estaba junta al lado opuesto de donde me encontraba, el ventanal se encontraba abierto unos 30 centímetros aproximadamente, y el viento que entraba en la habitacion habia movido el visillo lo suficiente para dejarme ver a mi hermana acostada sobre el imbécil de ignacio, este tenía un excelente primer plano de su conchita rosada, y de su culo, en ese momento él miraba con detenimiento la vagina brillante de mi hermana mientras amasaba sus glúteos.

Se podía escuchar el sonido de la boca babeante de sofía recorriendo el falo de ignacio, mas no se podía ver más que la cabellera dorada de mi hermana con movimientos rítmicos arriba y abajo, hasta que depronto ella saco la verga de su boca para decir.

Sofia: vamos grandulón! come mi conchita, quiero sentir tu lengua, no me hagas esperar por favor!! sigue, enséñame quién es mi macho!!

Esos sentimientos de pertenencia, de “ser su macho” no lograba entenderlos, ¿a que se refería?, pero esas dudas quedaban en un segundo o tercer plano frente a como mis hormonas me obligaban a seguir mirando, mientras comenzaba a sentir la sangre llenar mi verga y mi boca babear como si alguien exprimiera un limón frente a mis ojos.

Ignacio: vamos, sigue comiéndote mi verga!! no te he dicho que pares!! sigue comiéndote la verga de tu macho!!! yo solo pare a respirar un tanto… Ahora seguiré comiendo esta deliciosa vaginita apretada y mojada.

Vi como una de las manos de ignacio fue cambiando poco a poco su posición, y con los dedos iba jugando con los labios de la vagina de mi hermana, como metió varios dedos, uno a la vez, como si fuese dando de degustar los dedos uno a uno a esa cuevita rosada, y de repente con los dedos mojados empezó a masajear el rosado ojete de mi hermana, a quien no escuchaba más que por los ruidos de su boca comiendose la tranca de ese bastardo, más cuando ignacio logró meter un dedo, escuche un leve quejido y vi como mi hermana trató de dejar de mamar verga para increpar a su novio, pero este aprovechando su diferencia de tamaño con su mano libre tomó por la nuca a mi hermana y empezó él a mover la cabeza, así mientras el comia la concha de mi hermana, profanaba su ojete con un dedo, sujeto firme por la nuca la cabeza de mi hermana y doblando sus rodillas sobre la cama comenzó a arremeter contra la boca de mi hermana, una y otra vez, más mi hermana movió las manos, lo golpeó varias veces, pero él no se detuvo.

Ignacio: aaaaaaaargh!!! así!!! Cometela!!! La princesita del festival hoy se alimenta solo de verga!!!

Y embestía una y otra vez la boca de mi hermana, quien pese a enterrar las uñas en las piernas terminan sometiéndose, y a cada embestida respondía con una arcada, la cual era apagada por otra embestida, y el bastardo seguía con su parloteo

Ignacio: quien viera a la princesita soberbia!! atragantándose con mi rabo como toda una putita!!! eso!! eso!!! sigue!!! te voy a llenar de leche esa boquita!!! AAAAAARGH!!! aunque me rasguñes no me detendré!!! hoy pruebas leche caliente!!

Yo estaba congelado mirando el culito hermoso de mi hermana con un dedo metido por completo en su ojete y su conchita brillando con los rayos de sol que se colaban en su pieza entre los árboles que rodeaban la casa, ignacio había dejado de comerle el coño, ahora solo se dedicaba a hablar y follarle la boca como un bestia, y pese a los sentimientos, raros y nuevos para mi, que esto me ocasionaba, yo quería ver como los carnosos labios de mi hermana eran follados, más mi ubicación lo hacía imposible.

De pronto Ignacio comenzo a bufar como un toro, y escuche como mi hermana se atragantaba, algo en mi queria ayudarla, golpear a ese imbecil, pero las trabas que me metieron de no agredir a nadie nunca me retenian, eso y el morbo que esa escena de sexo estaba despertando en mi, ver a mi hermana como una cualquiera hizo click en mi, pero aun no le tomaria el peso del todo, pude ver como por un momento ignacio se relajo y mi hermana como si las fuerzas le faltasen logro tomar la polera de ignacio desde la cama para en esta escupir todas las babas y la corrida que el imbecil habia descargado en su hermosa boquita.

Ignacio: aaaaaaaaah que corrida, no se a cual de tus bocas amo mas… pero que carajo!? te limpiaste en mi polera!? sabes cuanto me costo?? esta polera me la trajeron de alemania!!! ahora está arruinada!!

Sofia: te pasa por imbécil! sabes bien que no me gusta que me folles así la boca, no podía respirar, casi me desmayo!! te lo he dicho más de una vez, que eres estupido acaso que no entiendes??

Frente a la respuesta de mi hermana, ignacio bajó revoluciones y comenzó a disculparse melosamente, pero llevando una de sus manos a la entrepierna de Sofía mientras mordía suavemente su cuello entre lamidas y besos, mi hermana poco a poco bajó sus defensas y cedió a las manos de ignacio quien la iba acomodando sobre la cama con la colita en pompa, justo a la altura de su bulto, donde ya lucía su verga con una erección completa, y me costaba creer un poco el que mi hermana se hubiese podido tragar eso, aunque en realidad no es que le haya dado más opción, pues literalmente le violaron su boquita, y al parecer no era la primera vez.

Ahora podía ver todo a la perfección, las plantas ocultaban muy bien mi cara babeante y desencajada al atestiguar el como mi, hasta ese momento “santa hermanita”, era tratada como una perra en celo por ese imbécil que tanto rechazo me provocaba.

Ignacio termino de acomodar la colita de mi hermana frente a su verga, y tomando su falo con su mano derecha comenzó a dar pinceladas con su verga a la vagina de mi hermana, acariciando el clítoris con su glande y dando golpecitos en el mismo, amenazando con la penetracion pero sin concretar mientras volvía a su parloteo.

iIgnacio: vez… me terminas por perdonas siempre, porque sabes que nadie te dará más placer que yo y esta gorda verga que tanto te gusta

Sofia: ignacio…. metemela de una vez

Ignacio: que?... no te escuche… ¿me perdonas?

Sofia: si… aaah!!! ¡Por favor, Ignacio!!! metemela ya que no aguanto!!! me tienes a punto!!! follame cabron!!!

Ignacio: no te escuche, perdonas que te haya follado esa boquita y que te la haya atascado de semen espeso y caliente?

Sofia: si nachito mi amor, te perdono por violarme la boquita con esa verga gorda y grande!! ahora hazme tuya!!

Ignacio: sabes que te volveré a follar la boca cierto? ¿Sabes que me encanta hacerlo? y pese a eso, vuelves una y otra vez a chuparme la polla como una puta!!!

Sofia: metemela amor!!! deja de hablar y demuéstrame que eres un macho hecho y derecho!!!

Ante estas últimas palabras la hombría de ignacio lo sacó de su papel dominante y terminó por ensartar a mi hermana de un golpe, escuche perfectamente como la jugosa conchita de mi hermana hacía ruidos al recibir esa verga, mi hermana mordió el acolchado de su cama mientras ignacio comenzaba a follarse su conchita con el culo en pompa, veía muy bien como sin cuidado alguno embestía rítmicamente a mi hermana, y como sus nalgas se movían a cada golpe de caderas.

De pronto ignacio subió una de sus piernas a la cama, dejándome aun un mejor ángulo para ver cómo la entrepierna de mi hermanita mayor era profanada una y otra vez, como la verga de ignacio estaba totalmente empapada, si hasta los pelos de su pubis brillaban con el chapoteo que tenía con las metidas y sacadas, así mismo podía ver sus bolas colgantes como iban y venían golpeando la zona del clítoris en cada brusco movimiento, estas también estaban brillando gracias a lo mojada y caliente que mi hermana se encontraba, todo esto era musicalizado por los gemidos de mi hermana, lo que ignacio decía me era indiferente, era la sensual voz de mi hermana siendo dominada por el placer lo que colmaba mis oidos, asi pasaron algunos minutos hasta que el imbécil pregunto

Ignacio: ya casi sofi, ya casi, ¿dónde quieres mi corrida? ¿Quieres que te bañe la colita? en las tetas? en tu cara o te puedo llenar esta conchita??

sofia: hoy es un día seguro, descarga esas bolas en mi concha!!! marcala con tu leche!!!

Aún no lograba entender qué hacía a mi hermana hablar de esa forma y es que no tenía conciencia de lo sexual que pueden ser las personas, todo gracias a la sobreprotección de la cual a estas alturas me daba cuenta que había sido más víctima que otra cosa.

 

Entonces vi como mi hermana pasó una de sus manos por entre sus piernas y tomó firme las colgantes bolas de su novio mientras le pedía que la llenara de su caliente semen.

Ignacio: como me encanta cuando me agarras las bolas asi mi puta!!! ahí viene tu leche!!! es toda para ti mi amor!!! tomaaaa!!! toda para ti

Sofia: llámame amor!! Lléname bien la conchita!!! quiero sentir tu leche caliente, que es toda para mi!!! para mi!!!

Y entre jadeos y unas últimas embestidas más pausadas pero no menos violentas, sus cuerpos sudados se fueron relajando poco a poco, los jadeos pasaron a suspiros y como si de globos que se les escapa el aire se tratase, poco a poco se “desinflaron sobre la cama”, yo aún atónito por lo presenciado caí en cuenta que me tenía que retirar, que no debía haber visto eso, que estaba mal, pero que algo en mi queria ver mas, mi hermana, casta a mis ojos ahora era un ser sexual y con un apetito gigantesco… y mi madre? sería igual? ella si bien era cariñosa, era muy fría y tosca… las dudas me asaltaban mientras me retiraba con mi verga dura como el marfil y con la baba aun corriendo por el mentón, no fue hasta que volví a entrar a la casa por la cocina que me percate de ello y me fui al baño de atrás para limpiarme, tambien cai en cuenta que estaba hecho un asco, lleno de tierra y mugre por estar arrastrándome, y me metí a la ducha como reflejo para asearme.

Pero en la ducha a cada que cerraba los ojos veía a mi hermana gozando, veía su conchita, ese dedo en su culo, su boca abierta jadeando… y por reflejo mi mano derecha comenzó a moverse a lo largo de mi verga, mientras en silencio decia “asi te gusta sofía?? así?? quien es tu grandulón putita??”... mi primera paja, bien tardía, a los 14 años, y era una paja cargada de celos y rabia contra mi hermana por que a mis ojos me había traicionado, de pronto sentí unas cosquillas en mis bolas y en mi verga y me invadieron unas desesperadas ganas de continuar esa paja, de no detener el movimiento de mi mano, hasta que se tensaron los músculos de la espalda, mis glúteos se apretaron y comencé a soltar chorros de semen espeso y caliente contra la pared, mis piernas temblaron y sentí como el aire se me hacía poco, la visión estaba borrosa, más no podía dejar de ver a mi hermana, sus tetas, su conchita, su ojete y su voz de hembra en celo jadeando mientras decía “mi grandulón”.

Autor: Tebanalterno

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