Saliendo del Cascarón 3

Con paso sereno, pero hecho un manojo de nervios me senté a desayunar, perdi la nocion del tiempo, con suerte había bajado la mitad de la taza de mi café con leche, miraba mi plato con el pan, pero no atinaba a nada, de que quería hablar mi madre, o sea, sabía bien de qué, o eso quería creer, cuando de pronto mi corazón se paró por un segundo y fue cuando mi hermana hablo a la distancia.

Sofia: me voy mamita

Marta: ¿no te despides de mí y de tu hermanito?

Sofia: eeh, no puedo, voy tarde

Marta: pero si aun…

Sofía: nos vemos, te quiero mami… tambien a ti “mi grandulon”

sentí algo especial cuando me llamó así, de pronto regresaban a mi todos los recuerdos de la noche anterior, una cálida comodidad recorrió mi espalda cuando me llamó así, orgullo, placer, ¿que era esta sensación?, tras esto y despedirse al aire con un “cuidate mucho, te quiero” el silencio volvió, ni mi madre ni yo sabíamos como empezar esto y mi madre se sentía responsable de llevar la conversación, pero algo me empujo

yo: es por las sabanas, ¿cierto?

Marta: eeeh, que? como?... pues… pues si hijo, es por las sabanas, pense que habia pasado un accidente, o que algo te habia caido mal, pero cuando estire las sabanas estas accidentalmente me pasaron por… por mi rostro…

ya, si la cosa era incómoda, ahora era peor, la puta madre, mi madre había terminado con mi leche en la cara, y yo tenía que mirarla a la cara, tenía que dar una respuesta, tenía que tomar las riendas,¿como hacerlo?, no tenía idea, la noche anterior vi como cogía con el viejo Alonso, y en ese momento dentro de todo ese popurrí de sentimientos, tenía celos, era mi madre, mi primer amor, y se la habían cogido de lo lindo en el living, no, no se la cogieron, ella cogio con otro, a metros de mi pieza pensando que nadie lo sabría

Marta: perdón… no tendría que haber dicho nada, mal que mal es tu vida privada, tu espacio personal… pero es que entiende, con Sofi es distinto porque bueno, somos mujeres y me cuesta un poco afrontar esto…

Yo: tranquila mami, te pido mil disculpas, tendría que haber sido más precavido, y no se, tener papel higiénico a mano, pero no pude contenerme es que vi…

mi madre de pronto quedo sin color de cara, y su rostro se desconfiguro, era miedo, pensaba que la había visto, y si, la vi, pero algo en mí no quería que se sintiera mal, así que entre en algo que no había hecho antes, entre a mentir

Yo: vi una película de Maduras necesitadas de verg…. perdon, perdon, vi una película en la casa de un compañero, el me la mostro para lucir que su madre tenia esas películas y se masturbaba con viendolas

la cara de mi madre era un poema, y yo arme una mentira express que no supe ponerle freno y di más contexto del necesario, pero vamos, yo no mentía, hasta este punto, de pronto algo en mi cabeza metió freno de mano y pare en seco, mi madre tras asimilar todo, saltó el hecho que se suponía que el día anterior había estado “caminando por el campo” y como buena mujer, la curiosidad hizo presa de ella

Sofia: ¿en casa de qué compañero? ha de ser Francisco Sandoval, su madre Viví siempre ha sido bien…

Yo: no te puedo decir más, no tendría que haber dicho nada, mira, mejor me llevo un papel higiénico a mi dormitorio y de ahora en adelante saco mi ropa sucia para evitar estos bochornos.

Agache la mirada y seguí con mi desayuno, sentía la mirada de mi madre sobre mí, sentía que tenía dudas, que quería preguntarme más, y eso me estaba haciendo sentir aun mas incomodo que mirarla a la cara y mentirle, sobre todo después de haberla visto con Don Alonso la noche anterior, de repente fue tanta el agua al cántaro que no pudo más

Sofía: está bien hijo, pero dime algo, cuantas… eh… ¿Cuántas veces te masturbaste anoche? es que tienes que dormir, no hace bien que pases en vela la noche.

mientras terminaba mi pan y remataba mi café con leche, pensaba que diría, y tambien que tenia que salir de ahí, entonces juntando mi taza y platos y retirandome para ir a dejarlos y lavarlos de inmediato le dije la verdad

Yo: bueno, es mi vida privada, pero solo fue una vez…

Sofía: ¿cómo? pero si la mancha era tan grande, me dirás que eso es lo que….

Yo: si, eso es lo que sale normalmente, ahora tengo que salir, así que… ¿quedamos de acuerdo con lo que hablamos madre?

Sofía: madre mía… ehh, sí hijito…

mi madre miraba inquisitiva hacia mi mientras me retiraba a mi pieza a aislarme un momento, sentí que ella se fue a su pieza y me pase por el pasillo hacia el baño como una liebre, di el agua y me comencé a dar una ducha para limpiarme y pasó lo inevitable, comencé a recordar todo, y sobre todo a recordar como mi madre vestía, nada sexy, un pijama de algodón, rosado y una bata larga encima con pantuflas peludas, pero me imaginaba tirándola sobre la mesa y comenzando a follarla, ella no se resistía y de pronto de la nada mi imaginación traía imágenes de ella siendo follada por Don Alonso y de mi hermana con ese pelotudo y me comencé a masturbar con más violencia, bufando como toro, segui cascandomela mientras la leche era escupida a la pared, no detuve la marcha, esa excitación celos y ganas de ser yo me carcomía, cuando eyacule una segunda vez mis piernas temblaban, tenía un pitido en mis oídos y mi visión no se centraba bien, cuando veo por sobre el hombro a la puerta y ahí estaba mi madre, en el suelo unas toallas.

Yo: madre… ¿que acabamos de hablar?

verla ahí, invadiendo mi privacidad me re-calento, y no en la buena forma, o como me había dejado de caliente la noche anterior con su fornicada con el viejo Alonso, no, no era de esa forma, era frustración, era sentirme apocado, y no me gustaba, mi reacción no fue la mejor, eso está claro, nunca le había contestado mal a mi madre, nunca de los nuncas, así que mojado y con mi poronga aún dura salí de la ducha, recogí la toalla y me fui a mi pieza. vi como mi madre miraba mi cara, y buscaba mirar a otro lado, pero sus ojos se iban a mi verga, a paso fuerte envolví mi cintura en la toalla y entré en mi pieza, solo me faltaba gritar “fi, fa, fo, fum” como el gigante enojado de algún cuento.

tras vestirme y darme cuenta de cómo trate a mi madre, me cayo cierto remordimiento, pero las imágenes de Sofía y luego las imágenes de mi madre en mi memoria hacían un contrapeso inmenso, siempre se me trato como “el hombre de la casa”, y me lo recalcaban siempre, pese a que era disonante respecto al cómo me educaron y sobre protegían.

era todo un viscoso caldo de sensaciones en mi cabeza que realmente no me permiten pensar con claridad, ¿debía disculparme? ¿debía mantener mi enojo? ¿cómo me debería disculpar? todas las preguntas las respondió mi madre cuando toco la puerta

Marta: hijo… mi granduloncillo? ¿Estas? puedo pasar?

Yo: eeh, s… ss… si, adelante, pasa mami

aun no me vestía, estaba sentado en mi cama con la toalla aun puesta en mi cintura, pero no era consciente de esto, mi cabeza estaba totalmente nublada, mi madre entró envuelta en su bata, sujetando un juego de sábanas, y algo mas.

Marta: lo siento hijo, no tendría que haber entrado sin avisar, no respete tu espacio, y realmente fue chocante y me congele al verte… bueno… tu sabes, to… tocandote, y más aun verte eyacular dos veces…

mi madre de pronto entra en si, sacude la cabeza y tras dejar las sábanas limpias sobre mi cama, saca un rollo de papel higiénico de entre ellas y una loción, y me las deja en el velador

Marta: disculpa si te hago sentir incómodo, hoy compre un basurero para tu pieza, y será lo último que haga, pues no quiero ser más impertinente de lo que ya he sido para con tu vida, me cuesta ver como has crecido.

ella me miro a los ojos, y vi algo especial, sentí algo especial

Yo: disculpame tu madre, no tengo derecho a tratarte de esa forma, tu eres la mujer más importante  y te trate como un imbécil

algo de angustia se reflejo en mis palabras, y mi madre lo sintio asi, como madre me abrazo tiernamente, estando yo sentado aun y sin moverme, ella abrazo mi cabeza y dejó caer tiernamente sus manos por mi espalda acariciando y haciendo una suave y reconfortante presión sobre mi piel desnuda con sus cálidas manos, poco a poco reaccione y mis menos fueron envolviendo su cintura, y me fui percatando de que mi cara estaba entre sus tetas, ese aroma, esa suavidad que podía palpar a través de las telas, mi respiración se hizo pesada y mis manos parece que también, pues fueron bajando a su trasero y sin llegar a amasar fue dándole suaves caricias a sus nalgas, no sentía ropa interior, ¿estaba desnuda bajo el pijama? ¿se habrá acostado desnuda luego de ser follada anoche? mi mente nuevamente me estaba jugando una pasada calenturienta y mi verga cobraba vida propia, mi respiración continuaba pesada y denotando claramente mi nivel de exitacion

Marta: ya mi grandulón, mi macho, no te preocupes… este…. este… esto solo fue un mal entendido, tu sabes que mami te cuida y apo…

sus palabras se entrecortaban, no sabia como reaccionar a mis caricias, no sabía cómo responder a su hijo teniendo una erección o excitándose con su cuerpo, moviendo su cara entre sus tetas y sobando suavemente sus nalgas

Marta: apoyare y cuidaré, aunque seas ya un hombre hecho y derecho, yo creo que dejamos esto aquí, ya estuvo de apapachos

Yo: no!, déjame un poco mas, te necesito

esas palabras fueron tajantes, mi tono fue imperativo, y mi madre guardó silencio y pude sentir su respiración, tras un par de segundos más en esa posición me percate de lo que hacía y me puse de pie de improviso, mi madre abrió los ojos mirándome y sin poder evitando mirando mi erección mientras la bendita toalla caía al suelo, sin que yo me percatara de esto último.

Marta: madre de dios…

Yo: mami, tienes razón, ya estuvo bien, creo que ahora necesito estar solo para vestirme

y tomando su rostro con una de mis manos le bese la mejilla y agradeci hablando en su oído sin percatarme que sus manos estaban rosando mi pija, y sus dedos quizás y hasta estaban jugueteando con ella, tras esto empuje gentilmente a mi madre invitando a salir, ella sin rechistar me dejo solo y yo recien ahi me percataba de que no tenía toalla, pero no le di importancia pensando que la había perdido después de que mi madre dejara mi pieza justamente cuando casi me caigo al tropezar con la bendita toalla.

luego de eso mi madre se fue a su trabajo, yo quede solo en casa, estaba suspendido por la pelea, así que emprendí rumbo hacia el campo a ver si encontraba a Don Alonso, pese a todo el viejo me caía bien, lo consideraba buena persona y no me causaba el rechazo que sí me causaba el pelotudo de Ignacio, y es que Don Alonso siempre que andaba por el campo se preocupaba de mi, y me enseñaba cosas del campo, de los animales y de cómo cuidar todo, y a mi eso me gustaba, de hecho los fines de semana era ya parte de mi rutina levantarme temprano y pasar con él hasta la hora de almuerzo, donde ya volvía a casa y pues me obligaban a hacer mi deberes del colegio, estudiar, y cooperar con las cosas del hogar.

tras ir al corral de los animales, (cerdos, unas pocas vacas, y unos caballos que estaban más para paseo que otra cosa) me encontré con el.

Don Alonso: ¡Cristóbal hombre! ¿Cómo está el campeón peso pesado del pueblo?, oie, que el mocoso ese quedo con la cara como mapache

era gracioso verlo hacer gesticulaciones de boxeo y luego poner caras mientras señalaba como si de deje a Fabian con un antifaz de moretones tras desgraciar su nariz

Don Alonso: y llamaron a la alcaldía para que enviase un camión aljibe para lavar el cagadero que dejó ese mocoso!! jajajajaja en mi vida habia escuchado tal historia, pasaste de ser el mocoso grandote y lento ante la vista de todo el pueblo, a ser el potencial matón jajajaja

tras decir esto, cambió un poco su tono y replicó

Don Alonso: pero tu tranquilo hombre, que ya te he dicho, tienes que defenderte, mucho te demoraste, se como te trata tu madre, y como te ha enseñado, pero es que un hombre ha de ser un hombre muchacho! no puedes permitir que cualquier pelele se burle de ti, de tu familia o te humille frente a todo, lo que le ha pasado a Fabian ha sido la cosecha que sembró todo este tiempo

tras esto me arrojó unos suaves golpes como jugando, reímos un rato y luego le acompañe y ayude en los quehaceres, este hombre era una enciclopedia con patas, se conocía cada planta que podía haber o crecer en el campo, y de cómo trataba a los animales ni hablar, los cuidaba como a sus hijos, aunque luego sacrifica uno que otro para comer o para vender en la feria, realmente lo admiraba y pues pese a verlo con mi madre, creo que podia separar las cosas, y en esos momentos era él la única imagen paternal que podía tener, quizás eso era.

la semana fue pasando, en mi casa todo regular, pese a que con mi hermana no tenía mucho contacto, Don Alonso no fue durante ese tiempo a la casa, todo iba bien, hasta que un par de días antes de volver a clases el desgraciado de ignacio apareció  en mi casa, yo venia llegando del campo, pense que vendria con mi hermana pero no, venia con dos amigos.

Ignacio: ¡HE CUÑADITO! VEN UN POCO, TENGO ALGO PARA TI…

escuche unas risas nerviosas, pero no pense mal, me acerque hacia el vehículo, cuando vi que uno de los sujetos se iba hacia mi lado izquierdo, no lo conocía, el otro llevaba un poleron con gorro y no podía ver su cara con claridad, el auto estaba estacionado bajo un gran nogal que estaba a metros de la entrada de la casa, su sombra no me dejaba ver bien pese a que había buen sol.

Ignacio: no pensarias que te dejaría pasar lo que le hiciste a mi hermano, ¿cierto?

cuando dijo esto yo quite la mirada del sujeto y mire a ignacio quien levantaba su mano para golpearme, el golpe fue contundente, pero no me tiró al suelo, lo que me tiró al suelo fue un golpe en mi espalda que me hizo caer sobre Ignacio, mi cuerpo claramente era más pesado que el suyo, mi cabeza sin querer golpeó su nariz, en el momento no me percate pero ya lo había hecho sangrar y sin querer, el tercer sujeto fue a golpearme con una patada, de haberla pegado bien me habría roto una costilla, afortunadamente me golpeo la panza mientras trataba de pararme, este golpe me hizo caer nuevamente sobre ignacio, en esta ocasión dándole un rodillazo sin querer en los huevos, escuchaba gritos de estos tres tratando de organizarse, yo rodé hacia un lado y entre los dos de pie me empezaron a patear en el suelo, yo me cubría la cabeza y no sabia que pasaba

Ignacio: ¡DEJENLO! ¡QUIERO YO REMATARLO! HIJO DE PUTA, ME ROMPISTE LA NARIZ! Y ME GOLPEASTE EN LAS BOLAS! ¿NO SABES PELEAR LIMPIO MARICON?

Claro, por que cuando uno pelea uno contra tres, uno ha de conservar el decoro y el honor de caballero durante el encuentro, este imbécil realmente me caía cada vez peor, pero ahí estaba, el calor de los golpes empezaba a pasar y el dolor de estos comenzaba a llegar, podia respirar un poco mejor cuando recibe tremenda patada en la cara, la vista se me nublo y de pronto empecé a sentir más golpes, no se cuantos, no pude contar, y no me podía parar, el dolor era mucho, nunca me habían golpeado, menos pateado en el suelo, cuando de pronto los golpes se detienen y empiezo a sentir como agua tibia caía sobre mi

Ignacio: lastima que la puta  de tu hermana no esté para verte todo meado!

los tres reían mientras me meaba, pero una risa la reconocí, aparte de la del estupido de Ignacio, era su hermano, era Fabian, estaba seguro de ello, cuando de pronto entre todo esto escucho otra voz gritar

Don Alonso: ¡DEJEN AL MUCHACHO!! DE A MONTÓN TODOS SON VALIENTES!!

Ignacio no tardó en responder haciendo alarde de su imbecilidad y amenazando a quien no debía.

Ignacio: tu ni te metas viejo de mierda, esto es personal, este maricon se lo gano, a mi familia nadie la toca, a mi hermanito nadie lo toca!!

mientras limpiaba mi cara con mis manos y sentía el sabor de mi sangre en mi boca, vi como Ignacio agarraba un palo y se acercaba a Don Alonso.

Don Alonso: pues ya que mocoso, si no sabes pelear limpio, pues emparejemos las cosas.

y sin decir agua va se escucha el primer tiro al aire uno de los otros trato de salir corriendo, pero Don Alonso dio la seña con un silbido para que sus perros lo siguieran y comenzaran a atacar en el suelo, el otro que era Fabian quedo helado, Ignacio estaba tratando de hacerlo reaccionar para irse.

Don Alonso: QUIETOS AHÍ PAR DE MOCOSOS MALCRIADOS Y POCO HOMBRE!! QUIETOS O LOS DEJO COMO COLADOR!!

tras otro silbido, los tres perros de Don Alonso regresaron a su lado, su presa se fue parando entre lamentos

Don Alonso: estás bien muchacho?

yo: no se, me golpearon mucho, me duele, -decía con la voz entrecortada y la cara caliente, mientras comenzaba a sentir el olor a sus orines- me… me mearon

Don Alonso: pero mira, le rompiste la nariz al otro hermano ahora, para ser un 3 contra 1 no te fue tan mal, ahora ustedes 3 al suelo todos!!!

los tres se tiraron al suelo, Fabián lloraba, Ignacio estaba mudo pero obediente, y el tercero con los pantalones y las mangas del poleron rotas por los mordiscos de los perros.

Don Alonso: ustedes dos, hermanitos… tu eres el Novio de la niña Sofía, menudo ojo tiene tu hermana para elegir pareja muchacho

Yo: ni que me diga…

de pronto Don Alonso olfateo algo, y sin darle la espalda a mis tres atacantes se dirigió hacia el auto, mientras yo adolorido comenzaba a ponerme de pie recién para quitarme el chaleco que apestaba a orines

Don Alonso: muchacho! mira, estos valientes jóvenes iban hasta las bolas de marihuana

yo había escuchado de ello, y claro, el auto apestaba a ese aroma, y lo mejor de todo, había un espejo con unas rayas de coca hecha, el cual encontré

Yo: Don… Don Alonso, ¿qué es esto?

Don Alonso: madre santa!

Ignacio: ¡DEJA ESO AHÍ MARICON!

Ignacio amenazó con levantarse para ir en mi contra, pero un disparo a un par de metros de sus pies lo hizo volver al suelo cayendo sobre su propio culo y provocando que Fabian comenzara a llorar mas fuerte mientras el tercero le pidiera piedad a Don Alonso

Don Alonso: ¿Dónde ibas cabroncito? vienes a este hogar sin invitación, atacas a traición al muchacho, lo golpeas junto a tu hermano y a ese otro, luego lo meas, andas con Marihuana en tu auto y tambien resulta que con cocaina… creo que estas metido hasta las orejas en problemas.

Ignacio: ¿y que? ¿piensas que alguien le va a creer a un viejo de mierda y a un pendejo llorón?

Ignacio se puso de pie, y comenzó a caminar hacia el auto, mientras ordenaba a su hermano y amigo hacer lo mismo, pero estos dos no responden, estaban congelados por el miedo, yo deje el espejo con coca sobre el asiento y vi a Ignacio acercarse

Ignacio: no me puedes disparar, no estoy armado, seria asesinato, vamos, ¡parense carajo! Aparte que a este maricon quien le va a creer, esta misma noche tendrá a su hermanita comiéndome la pija y quien sabe, quizás dentro de poco también a su mamá cuando mi padre sea alcalde del…

no termino de decir las palabras cuando le estampe un golpe de puño cerrado que aterrizó en su boca abierta, rompiendome la piel de los nudillos con sus dientes, dos de los cuales salieron volando cayó patas abiertas sobre su culo nuevamente y ahí mismo le deje caer una patada en las bolas que lo dejó revolcándose, mi respiración estaba muy agitada, mis orejas estaban calientes quería seguir, pero no sabía como, todo lo que alguna vez fui o me enseñaron ahora se estaba haciendo añicos

Don Alfonso: MUCHACHO, REACCIONA! ¡¡VEN A LLAMAR A LA POLICÍA AHORA!! PERO ANTES LLAMA A DOÑA MECHE

Yo: a Doña Meche??

Don Alonso: si, llamala, dile que venga urgente, que le tengo tremendo regalito para el diario

Doña Meche era una señora que estaba a cargo del diario  comunal, en ese momento no lo sabía, luego Don Alonso me explico mejor, pero ella se encargó de sepultar la carrera política del padre de estos dos imbéciles, pues hizo público por todos lados lo que ahi ese dia habia ocurrido.

tras hacer las llamadas Doña Meche llegó con un muchacho a tomar fotografías de todo, y casi pegados a ellos llegó la policía, fue otra noche de mierda, dando declaraciones, mi madre llegó a la comisaría con mi hermana preguntando por mi a los gritos, ya me habían hecho constatación de lesiones, y había dado toda mi declaración a la policía, a Ignacio, Fabian y su amigo les tomaron exámenes Toxicológicos, el amigo desparramo todo con tal de no ir a la cárcel, hasta donde Ignacio había comprado la droga, cuando vi a mi madre y hermana ellas corrieron a abrazarme, mi hermana no paraba de llorar y de pedirme disculpas

volvimos a casa pasada la media noche, los tres imbéciles pasarían esa noche tras las rejas, Doña Meche ya tenía todo listo y nos dijo que en todos los diarios de la zona la noticia sería portada, y quizás en la prensa nacional también.

ya en casa mi hermana no se despegaba de mí, me llenaba de besos, y aunque algunos me dolían pues la paliza aún estaba fresca, no me quejaba por que no queria hacerla sentir mal, o peor de como ya se sentía, pues fue su novio quien me golpeó como saco de papas aquella tarde, Don Alonso se quedó un rato con nosotros y luego anunció que se retiraba, mi madre tomó la linterna y le acompañó

Marta: cielos, iré a dejar a Don Alonso hasta el estero

La casa de Don Alonso y la nuestra estaban a unos 150 metros de distancia, y justo en medio del camino había un estero de regadío, sobre este había un puente pequeño.

Sofia: esta bien mami, hoy dormiré con Cristobal, me siento responsable, quiero cuidarlo hasta que se recupere bien.

Marta: está bien Sofi, asegurate de que tu hermano se duche, ayudalo, el pobre ha de estar muy adolorido

Sofia: si mami, no te preocupes, yo me encargo de mi grandulón

mi madre salió de casa siguiendo cercanamente a Don Alonso, mientras mi hermana me tomaba como si yo fuese un abuelito y me guiaba hacia la ducha, lo que dijo mi madre de “adolorido” era totalmente cierto, ya mi cuerpo se había enfriado y sentia cada uno de los golpes, como fui pista de aterrizaje de patadas por doquier, mi cara, cuello, espalda, brazos y piernas, ya en el baño mi hermana abrió la ducha, mientras llegaba el agua caliente, poco a poco me ayudó quitándome la ropa, hasta que llegó lo complejo.

Yo: bueno… creo que los boxers me los puedo quitar solo

Sofia: intentalo

Yo: Sofía, por favor, ya no soy un niño

Sofia: bueno, bueno mi grandulón, estaré afuera, dejaré la puerta abierta por si necesitas algo

Yo: gracias Sofi

y ahí quede, en el baño, era consciente de cómo los moretones me limitaban en movimiento, pero mi insoportable inocencia me hizo pensar que “seria capaz” y en lo que estoy intentando agacharse para recoger el boxer y dejarlo en el canasto de la ropa sucia junto con toda la otra, vinieron varios tirones y dolores en todos los golpes, esto me agarró por sorpresa y termine por caer, ahí estaba, con la cara en el frío piso, mi culo en alto e intentando pararme mientras mi rostro intentaba, sin fruto alguno, mantenerse estoica frente a los dolores que estaba conociendo.

Sofi: “yo puedo solo hermanita”... venga grandulón, como si nunca te hubiese visto desnudo

y así con mi dignidad en el piso, no me quedó más que aceptar la ayuda de mi hermana, quien dispuso de un banquito dentro de la ducha para que yo me sentara y me pudiese lavar más fácilmente

Yo: gracias Sofi… para variar soy un inutil que solo les trae problemas

no espere mucho hasta que sentí un palmazo en mi cabeza

Sofía: ¡NO DIGAS ESO NUNCA MÁS! ¡AQUÍ LA ÚNICA CULPABLE SOY YO! si hubiese cortado con Ignacio hace tiempo nada de esto habria pasado, no te habrian humillado con mi ropa interior, no habrias peleado, y ese mal parido no te habria venido a golpear con el marica de su hermano

y tras sus palabras cayó de rodillas llorando frente a mi mientras balbuceaba “perdoname”, como pude me acerque a ella agachandome, el vapor ya estaba llenando el baño, y la temperatura había subido, ignore totalmente mi desnudez, y abrace a mi hermana

Yo: perdón… yo soy el que ha de pedir perdón, hace mucho me tendría que haber defendido, ahora todo termino, ese imbécil está en la cárcel

tras unos minutos, la bese en la frente y en las mejillas, limpie su cara de las lágrimas y mientras nos mirabamos a los ojos rompí un tanto la atmósfera

Yo: ahora que los dos nos calmamos, por que no me ayudas a ducharme, está claro que no me puedo mover bien

Sofia: ok mi grandullón, te amo mucho, ¿lo sabías?

Yo: aun no me queda muy claro

y sin aviso alguno, Sofía me dio un beso en los labios, un tanto más largo que un piquito, pude sentir muy bien su boca, y cuando se separó de mí me dejó ahí, helado.

Sofia: me sacaré esto para ayudarte dentro de la ducha

y como si nada hubiese pasado la vi quitarse la ropa quedando solo en un culote celeste y en su corpiño del mismo color, nada extravagante ni erotico, era ropa interior de algodón o telas similares, no había encaje, pero el solo hecho de verla así me dejó perplejo, una vez lista me ayudó a ponerme de pie, entrar en la ducha y sentarme en el banquito comenzó a lavarse prolijamente, sentía sus manos recorrer mi espalda, luego mi pecho, y ahí, cuando recorría con sus manos mi pecho esparciendo el gel de ducha, podía sentir su pechos aplastarse en mi espalda, podía sentir casi su palpitar, y cerré los ojos y me deje llevar, poco a poco ella me recorría los brazos y piernas desde atrás, con mucha delicadeza, y claro que me dolía un poco cuando pasaba por sobre las zonas maltratadas, quizás eso mantenía a raya una erección en mi, dejando mi verga solo en un estado morcillón o a “media asta”

Sofia: eres tan grande dios mio, mirate, y se supone que eres el menor, pero ya pareces un hombre hecho y derecho, déjame lavar tus manos mi amor

¿me dijo “mi amor”? mi hermana me estaba tratando con un mimo unico, yo me acomode un tanto para que ella pudiese operar mejor, y me di media vuelta, con mi mano izquierda cubrí mi pija mientras le cedí mi mano derecha para que pudiese limpiar

Sofia: valgame dios, hasta te rompieron tu manito…

Yo: me la rompí yo… es que golpee a Ignacio y parece que tenía la boca abierta, por que con sus dientes me rompí la mano, y del golpe le saque dos o tres dientes.

Sofia: merecido lo tenia ese imbecil, ¿como me pude fijar en un imbécil tan grande?

Yo: no se, dime tu, quizas y necesitas ir al oculista

ambos reímos un poco alivianando todo lo que pasaba, lo que había pasado y relajandonos un poco más

Yo: sabes, luego de que cayera al suelo con ese golpe le pise las pelotas, y antes de todo eso, sin querer le rompi la nariz, no se como

Sofia: bien hecho mi grandulón, ahora te falta patear a su padre y cogerte a su madre para ser el Alpha definitivo! pero no te vayas a poner matón y chulo con el resto de las personas, solo te permitiré hacerlo con esa familia de mierda, ¿está claro?

en silencio la miré un momento, ella con una sonrisa picante me devolvió la mirada.

Yo: ¿es broma, cierto?

Sofia: claro que es broma mi grandulón… aunque y quien sabe, quizas lo tuyo y sea ser luchador jajajajajajaj

nuevamente reímos, ella tomó mi mano izquierda y comenzó a lavar ese brazo, por lo cual nuevamente me acomode, olvide por completo tapar mi verga, ella continuó como si nada, yo solo la miraba, era hermosa, mojada, con su ropa interior, con restos de jabón, sencillamente hermosa, no podía permitir que un cabrón la tocara nuevamente

Yo: ¿te puedo preguntar algo?

Sofia: si, dime

Yo: Luego de todo esto, ¿seguirás de novia de Ignacio?

Sofia: ¿tu eres tonto? ¿crees que iré a verle a la cárcel? ¿crees que luego de que casi te mata, puedo estar con él? mira Cristobal, a ese imbécil no quiero verlo en mi vida, por mi que se pudra en la cárcel y que le den por todos lados, ¿quedo claro?

Yo: eh, bueno, no te enojes, era una consulta

Sofia: bueno, espero que esto te aclare la consulta mi grandulón, ahora que ya te seque casi todo, sécate tu solo tus partes intimas

Yo: bueno, ya no son tan íntimas pues las has visto a destajo

Sofía dio un pequeño respingo y su cara enrojeció un poco

Sofía: y como no verla cristiana por dios! si es proporcional a tu tamaño y la andas trayendo casi que dura… no te regaño porque con todo esto que paso te ganaste inmunidad diplomática, pero no será para siempre… vamos, apura apura, a la cama grandulón, yo me daré una ducha rápida y te alcanzo en la cama.

tras salir del baño secándome, pues Sofía me apuraba para que la dejara sola, emprendí rumbo a mi pieza, busque mi pijama y me lo puse, luego me acosté a la espera de mi hermanita, quien pasó primero envuelta en una toalla a su pieza, luego volvió con su pelo envuelto en una toalla a modo de turbante, una polera grande de mickey mouse de algodón que ocupaba como camisa de dormir, sus pantuflas y una bata la cual colgó junto a la puerta

Yo: deja la puerta abierta, de seguro madre nos dirá buenas noches cuando vuelva

tras unos segundos de silencio sentí tensión debido a que ambos sabíamos bien que quizás nuestra madre estaba recibiendo felizmente y en todo su derecho una buena ración de verga por parte de Don Alonso

Sofia: eh, no creo… pero bueno, si, tienes razon, mejor dejemos la puerta abierta, ya, dejame espacio, muévete a la muralla

Yo: no, pasa tu por encima, me va a costar más pararme si es que tengo que ir al baño y te podría terminar aplastando enana.

Sofia: te traeré una aspirina, de seguro te dolio la cabeza al pensar, sobre todo porque pensaste bien grandulón

Yo: jaja.. que graciosa

Sofía: espera, se me ocurrió algo para que duermas mejor… esperame tantito

y salió corriendo hacia su pieza, y volvió con una botella pequeña, las conocidas como “petacas”

Sofia: compartamos esto mientras nos entra el sueño, asi dormiras mejor, mas relajadito

Yo: que es eso Sofi?

Sofía: es un whisky con miel, es dulce, de primera te arderá un poquito, pero ya veras como es de rico, esta botella me la regaló la Ceci -la Ceci era una de sus mejores amigas si no es que la mejor- mira, empieza tu, prueba un poquito, como si fuera jarabe para la tos

y así hice, un poquito, y me arde la garganta, pero la sensación era bastante placentera luego, eso junto con el dulzor y el calor que provoca en el camino hacia el estómago, tras esto, mi hermana se sentó unos minutos mientras conversabamos cosas sin importancia y compartimos el licor, tras terminar la botellita, ella la dejo en mi velador y se acomodo a un lado mio, nos arropamos y ella apoyó su cabeza en mi pecho.

Sofia: ¿la viste cierto?

Yo: ¿ver que o a quien?

Sofia: a nuestra madre con Don Alonso, no te hagas, que note bien que me viste, pude ver esos dos ojazos brillantes antes de cerrar la puerta, se bien que la viste.

con algo de vergüenza, pero ya descubierto y sin vuelta atrás declare

Yo: si… la vi, no tendría que haberlo hecho… pero… pero…

Sofia: tambien me viste a mi, que vergüenza, si no fuera por el licor que tomamos jamas te hablaría de esto

Yo: y quizás por lo mismo soy capaz de responderte, no te sientas culpable, o sea, si, era un imbécil, pero tu no tenias como saber que me vendría a golpear, o que andaría hablando con sus amigos y su hermano de lo que hacían en privado.

Sofía: ya en privado no creo que sea, ha de haberle contado a todos, al menos se que cuando lo metan a la cárcel otro será el pájaro que le cantara, ¿me podrán disculpar alguna vez hermanito?

Yo: no tengo nada que disculpar enana, tranquila, eres mi hermanita linda, tonta para algunas cosas, inteligente para casi todo el resto, ¿si no te quiero, cuido y amo yo, quien entonces?

Sofia: eres un tesoro mi grandulón hermoso

ella me acariciaba el pecho y la barriga muy despacio mientras la tenía abrazada y mi mano descansaba sobre su cadera, el dolor había pasado a segundo plano, sueño no tenia, creo que ella tampoco, con todo lo que habíamos pasado creía que pasaremos la noche en vela

Yo: Sofi…

Sofía: ¿que?

Yo: yo quería pedirte disculpas, por lo de la otra noche, tú sabes… no se como explicarlo, no quería parar o sea, sabía que tenía que detenerme, pero me sentía como un animal… no se bien como explicarlo, era, pero no era yo… no se

Sofia: te entiendo bien mi grandulón, a mi me estaba pasando parecido… no tendría que haberte dicho eso… cambiando tema, ¿crees que mamá lo está haciendo con Don Alonso?

Yo: quizás, no se Sofi, igual y ya ha demorado bastante, nunca había visto a nuestra madre como… como…

Sofía: ¿como una mujer con necesidades afectivas y sexuales?

Yo: eso…

Sofía: ¿y como me miras a mi después de verme cogiendo con ese imbécil?

Yo: no sé Sofi…

Sofia: vamos grandulón, no te acobardes, dime, prometo que entenderé todo, y no me enojare si me quieres insultar, como te dije, estas en un periodo de inmunidad diplomática

Yo: fue difícil, me cuesta expresar que sentí precisamente, o sea, decir así a ciencia cierta que sentí, quizás lo que más puedo diferenciar entre todo fue frustración, rabia… ce… ce… celoso, te sonará a que soy un enfermo, pero quería ser yo, tu siempre fuiste mi hermanita yo era tu grandulón, y me sentí traicionado, porque le decías “grandulón” a esa mierda de ignacio

me tense un poco, ella lo pudo sentir, la rabia y frustración volvieron a mi memoria al recordar todo y unas lágrimas corrieron por mi cara, con mi mano libre me limpie, Sofia cambio posicion y me miraba, la cabecera de mi cama da a una ventana con la cual siempre mantengo con las cortinas abiertas, podía ver su cara iluminada por la luz de la noche

Sofia:... no estas enfermo, supongo, supongo, no se, que es normal, que me pones a mi como tu primer amor al ser yo y nuestra madre quienes te criamos, cuidamos y sobreprotegemos tanto, siempre hemos sido los dos, desde que tengo memoria, y bueno, mami también… ha de ser normal

Yo: ¿normal que quiera ser yo quien quisiera estar cogiéndome?... perdón, no quise ser grosero

Sofia: mira, prométeme que nada cambiara, te contaré un gran secreto… madre mia, que estoy a punto de contarte… vamos, prometeme

Su tono de voz era algo angustiante, pero mantiene ese tono imperativo que la caracterizaba.

Yo: lo prometo enana, lo prometo

Sofía se acomodo y pude ver como también soltaba sus lagrimitas, no tenía idea lo que me confesaría y como esto me afectaria luego, ella se acerco a mi oído y bajando el tono de su voz y hablando con cierta vergüenza me contó su secreto

Sofía: yo pensaba que eras tú, por eso le decía Grandulón, no se, en algún punto me comencé a sentir atraída por ti, esto no lo sabe nadie, no tendría que contárselo… esto esta mal Cristobal, creo que mejor dejarlo hasta aquí, y me voy a mi pieza

yo no permití que se moviera y la abrace, sin darme cuenta una de mis manos la sujeto del culo con firmeza y la otra la sujeto desde su nuca, ella comenzó a dar pequeños sollozos, poco a poco se iba calmando

Yo: no tienes la culpa de nada, yo tampoco… no se, quizas y tengamos que conversar mas estas cosas, no se mi enana hermosa, quizás hemos guardado mucho estos sentimientos, no se, es mucho para asimilar

Sofia me dio muchos besos en la mejilla hasta llegar a mi boca, donde se detuvo

Sofia: ¿me darías tu primer beso mi amor?

sin decir nada, y comiendome los calambres y dolor de la pateadura tome su cara suavemente con una mano, sin quitar la que le tenía en el culito, y esto no fue a propósito, y comencé a besarla suavemente, solo piquitos, fue ella quien tomó la iniciativa y comenzó a comerme tímidamente los labios, pude sentir como la punta de su lengua asomaba y se encontraba con mi boca, ese aroma a licor, la suavidad de su piel de sus labios, poco a poco todo fluyo, y nos comenzamos  a besar de una forma más apasionada, pero sin perder la ternura, nuestras mejillas aún estaban húmedas por las lágrimas, pero poco a poco estas se secaron y nuestros besos tomaron el control, la mano que tenía en su cara bajó lentamente por su cuello, pasando por su teta, su cintura y terminando en su culo, me metí bajo la polera y empecé a amasar ese hermoso culo, su respiración se agitaba, sus piernas se abrieron y estaba ya de lleno montada sobre mi, poco a poco la intensidad bajo hasta que volvimos a la pose que teníamos originalmente

Sofia: besas muy bien

Yo: fue mi primer beso

Sofía: y esas manos, las mueves tan natural, eres tierno, pero firme… todo lo que yo pensé que serias

Yo: sigo pensando que esto es un hermoso sueño

el silencio nos invadió, pero esta vez fue cómodo, natural, nos habíamos olvidado incluso de cuanto tiempo llevaba nuestra madre afuera, hasta que Sofia hizo el comentario

Sofia: mami va a dejar seco al viejo Alonso jijijiji…

Yo: quizás y lo mata de un infarto, aunque no creo Don Alonso tiene tremendo estado físico.

poco a poco comenzó a fluir una conversación, donde le conté lo que había pasado cuando mi madre me sorprende masturbandome y bueno, le conte hasta el último detalle, lo que la impresionó y quizás hasta no me creyó mucho, fue el hecho de que termine dos veces y no termine de domar a mi pija

Sofía: ¿que? ¿mamá te vio masturbarte y no te diste cuenta? ¿pero como carajo no te das cuenta que la vieja está en la puerta mirando como te la cascas?

Yo: y yo que se, estaba imaginando cómo sería estar yo en el lugar de ese imbécil y siendo yo el que te diera placer y te dejará toda llenita de…

Sofia: ¿rellenita de que? ¿a ver? dime mi grandulón, ¿con que imaginabas llenarme?

su tono de voz, mojigato y autoritario me puso a mil, mi verga se puso como un fierro y nuevamente no podía resistirme a mis instintos, tome su mano y con una resistencia insignificante la lleve directo hacia mi bulto que ya estaba a full

Yo: que te llenaba con todo el semen que escupía esta verga mi enana put…

¿que mierda, casi le digo puta a mi hermana? mi voz se congeló, ¿se enojaría conmigo? la inseguridad empezaba a hacer presa de mi inexperiencia y de mi poco sutil sinceridad para con ella, pero su mano se posicionó firme, sus dedos envolvieron mi verga por sobre el pijama y suavemente empezó a palpar completa, fue tanteando desde su base hasta la cabeza, para luego meter su mano dentro de mi pijama y comenzar a sentir como mi pija terminaba de empalmarse y llenarse de sangre alcanzando un palpitar descontrolado casi

Sofia: dimelo, termina de decir lo que me querías decir mi grandulón

Yo: yo, yo tenía que ser el que te cogiera y te hiciera gemir y gozar con esta verga mi enana putita

ella jadeó, su respiración se agitaba, igual que como comenzaba a agitar mi verga haciéndome una paja increíble, mi líquido preseminal salía dejando naturalmente lubricado mi falo para que Sofía me diera tremendo placer con su mano ambos jadeamos, con nuestros rostros muy cerca, no terminamos de besarnos, pero nuestras lenguas se encontraron en más de una ocasión mientras mi mano, con la cual la abrazaba y que tenía en su culo se aventuró entre sus piernas buscando debajo de su bombachita, cachureando y conociendo su conchita, sentí como comenzaba a lubricar, y ella me indicaba con un suave “ahí” donde masajear, y sí hacerlo más duro o más suave, de pronto me sorprendió con sus palabras

Sofia: ¿y te imaginaste en el lugar del viejo Alonso? ¿te imaginaste haciéndole el amor a mamá?

Yo: ¿porque me preguntas eso putita? ¿acaso tu me imaginaste cogiéndome a mamá? ¿imaginaste que me las cogía a las dos?

con mis palabras su respiración se agitó más, sus caderas comenzaron a moverse, mis dedos empezaron a invadir su caliente vaginita la cual ya hacía ruidos de lo mojada que estaba.

Sofia: quiero que termines más de dos veces, quiero ver que te corres más que con mamá ¿lo harías por mi? ¿me darás esa leche?

yo estaba en el límite, y se lo hice saber, sofía comenzó a hacerme una paja a dos manos, ocasionalmente me masajeaba los huevos, ella cambio pose y se apoyó en mi pecho, casi que en mi estómago, mirando como me hacia esa tremenda paja

Sofia: mira cuanto juguito de esta hermosa verga, dame esa lefa caliente mi grandulón

Yo: ¿quién es tu único grandulón enana putita?

Sofia: tu, solo tu hermanito, ahora dale esa lefa a tu hermana que la tienes caliente, mete mas tus dedos, cogeme la conchita con tu mano cabron!!

y asi lo hice, mis dedos se comenzarona  mover mas ritmicamente, senti algo en la punta de mi pija, no se si fue su lengua o un masaje con sus dedos, mis sentidos estaban alborotados, era mucho para asimilar, y el placer que me causaba era algo onirico, le avise que iba a terminar y ella comenzo a masajear la cabeza de mi pija con una mano, mientras con la otra me continuaba masturbando, mi primera experiencia sexual y era con mi media hermana, el semen caliente comenzo a salir, y ella no se detenia, yo tampoco, comence a sentir como su vagina comenzaba a mojarme toda la mano, de pronto ella se monto sobre mi y puso su conchita en mi cara mientras seguia pajeandome sin compasion, el placer era increible, ella empujo sus caderas contra mi cara, su caliente vagina se restregaba contra mi boca y como un acto reflejo comence a repetir los besos que hace poco le daba en su otra boca, mi lengua exploraba la rajita de mi hermana y ella me indicaba como y donde, por tamaño ella no alcanzaba a comerse mi pija, creo que era lo que queria en ese momento, pero con mi altura y la suya no eramos del todo compatibles.

Sofia: sigue ahi mi grandulon, comete la conchita de tu hermana, hazme tuya, me has hecho terminar con tu mano y ahora con tu lengua, y tu verga a tirado como un litro de leche, me salto en la cara, tengo tu leche caliente en la cara y tu vergota sigue  igual de caliente y dura

Yo: ahí viene otra Sofía, es toda para ti hermanita.

por lo que me conto despues, ella en ese momento se abocó a pajearme a dos manos mientras intentaba apuntar hacia su boca la cual esperaba abierta a que escupiera en ella, y así fue, el segundo lefazo salió disparado, más de un escupitajo de leche cayó dentro de su boquita, y ella se saboreo de lo lindo, mientras yo me tomaba cada chorro de jugo de su conchita

entre jadeos me increpaba por llenarle la cara de leche, mas yo no podía verla, yo veía su mojada conchita y su culito iluminado por la luz de la luna, mientras tenía su bombachita aún enredada en mi pulgar, ella se dejó caer a un lado, el orgasmo había sido fuerte. pero mi verga seguía dura, y eso Sofía lo sabía, pues aun no la soltaba del todo, la soltó para sacarse su polera y con ella se terminó de limpiar la cara.

Sofia busco una polera en mi ropero, cuando se la iba a poner, yo la tome y la lleve a la cama, mi verga aun quería guerra, era una fantasía hecha realidad, una fantasía que hace poco había descubierto, y algo en mí no quería dejar pasar la oportunidad, ella se dejaba llevar, la apoye en mi cama, y puse torpemente mi falo entre su bombachita de algodón que estaba mojada y su vagina, ella sujeto mi verga para evitar la penetración, pero la dejó entre sus labios dispuesta a masajear toda su conchita y en especial su clítoris

Sofia: ahora, muévete, cogeme, soy tuya mi grandulón

y tomando sus caderas y olvidando el hecho que nuestra madre podría llegar en cualquier momento comencé a embestir a distintas velocidades, y disfrutando cada empuje que daba, hasta que comencé a eyacular nuevamente entre sus labios, sobre su clitoris y sobre su monte de venus empapando su bombachita de mi leche.

mis piernas ya temblaban, la levanté un tanto y me agaché un tanto para besar su cuello, hombros y orejas.

Yo: te amo mi hermanita… mi putita

Sofía: y yo a ti mi grandulón vergudo

ambos volvimos un poco, solo un poco en nuestros sentidos, Sofia limpio mi pija con su polera, yo me acomode el pijama, y ella fue a cambiarse bombachitas a su cuarto, cuando volvió junto a mí dijo

Sofia: la mami aun no llega

Yo: quizas y si va a matar de un infarto al viejo

ambos reímos, nos acostamos, guardando silencio, dejando de lado todo lo que tendríamos que hablar, y cuanto daño nos estábamos a punto de hacer, esa noche dormimos abrazados con ternura, hasta que al día siguiente nuestra madre nos fue a despertar cuando nos trajo a la cama el desayuno.

Autor: Tebanalterno

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